Siguiendo el espíritu que guía este libro, sus coordinadores no han querido dejar pasar la oportunidad de enriquecer las aproximaciones teóricas de sus autores con el testimonio directo de quienes realmente han sufrido en sus propias carnes el drama de la violencia.
Edurne Brouard, hija de Santi Brouard, víctima del terrorismo de los GAL, es la encargada de abordar el papel que, en su opinión, deben jugar las víctimas en la resolución del conflicto; tras ella, Cristóbal Díaz Lombardo, hijo de un policía nacional asesinado por ETA en 1988, repasa lo que para él han sido "veinte años de impunidad"; Andoni y Josu Elespe, que perdieron a su padre a manos de la misma organización, narran "una historia real"; e Iñaki García, cuyo padre también fue asesinado por ETA, aboga por la "deslegitimación radical del terrorismo".
Antes, el grueso del trabajo recoge las reflexiones de gente como Maixabel Lasa, Xabier Etxebarria, Txema Urkijo, Fco. Javier Vitoria, Galo Bilbao o Guillermo Múgica, que completan un repaso global sobre la historia de una realidad que en demasiadas ocasiones ha pasado desapercibida para demasiadas personas.