GASTEIZ. El debate de las enmiendas parciales y la aprobación en comisión del título y articulado del proyecto, con el voto a favor de PSE y PP y la abstención del resto de grupos políticos salvo algunos artículos, ha situado al proyecto presupuestario en la antesala de su aprobación definitiva. Esta tendrá lugar en sesión plenaria el próximo día 23 de diciembre. Los grupos parlamentarios han comenzado hoy a debatir y votar las enmienda parciales en el seno de la Comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos con la idea inicial de celebrar dos sesiones: una hoy y otra mañana. Sin embargo, el debate ha transcurrido más rápido de lo previsto y ha concluido esta tarde con un balance de siete enmiendas aprobadas a la oposición. Estas siete enmiendas llevan la firma de UPyD y tienen un valor económico de 1,6 millones de euros: 500.000 para rehabilitar viviendas con eficiencia energética, 250.000 para subvenciones a pisos de alquiler, 200.000 para programas de investigación sanitaria, 250.000 para libros de texto, 200.000 para becas de investigación, 100.000 para reformar barrios y 60.000 para "racionalización" del sector empresarial público. UPyD cerró la pasada semana un acuerdo con PSE y PP para incorporar estas siete enmiendas al proyecto presupuestario y, a cambio, votar a favor de las cuentas. Estas son las únicas enmiendas parciales de los grupos de la oposición que han recibido hoy el visto bueno de socialistas y populares, ya que el resto, más de mil enmiendas de PNV, Aralar, EA y EB, han decaído al recibir el voto contrario de PSE y PP. Las únicas excepciones han sido dos enmiendas del PNV de carácter técnico. Las enmiendas rechazadas planteaban entre otras cosas más recursos a las delegaciones en el extranjero, una partida para Udalbide o una propuesta de Aralar para dar ayudas a los familiares de los presos de ETA de cara a costear sus viajes a los centros penitenciarios. Otras versaban sobre inversiones en educación y formación profesional, infraestructuras ferroviarias, sanidad o políticas a favor del euskera. Varias de estas enmiendas pedían también eliminar la disposición adicional que establece la fórmula jurídica de ente público de derecho privado para el futuro Servicio Vasco de Empleo/Lanbide. Evidentemente, han salido adelante el medio centenar de enmiendas pactadas entre PSE y PP por valor de 15 millones de euros. Una de estas enmiendas tiene como consecuencia la desaparición del proyecto presupuestario de la cláusula que permitía al Gobierno Vasco emitir deuda pública por encima de la cantidad consignada. Así, el Ejecutivo de Vitoria tendrá un límite de endeudamiento que no podrá superar. Socialistas y populares han explicado su decisión de rechazar todas las enmiendas tramitadas por nacionalistas y EB con el argumento de que las propuestas son "inviables". Estos grupos han considerado excesiva las críticas y la "escandalera" del PNV y Aralar cuando las correcciones que plantean a través de sus enmiendas afectan "sólo" al 1% y 4% del total de los presupuestos. "Escuchamos que con estos presupuestos vamos a disolver la identidad vasca, que si marginamos al euskera, que si no invertimos en investigación... Y el PNV ha presentado enmiendas por valor de 117 millones de euros, el 1% del presupuesto, con lo que estarían de acuerdo con la gestión del 99% y deberían rebajar esta escandalera", ha dicho el parlamentario del PSE Oscar Rodríguez.
Rodríguez ha advertido además a los nacionalistas que se deberían "ir acostumbrando" a que el Gobierno de Patxi López va a disponer de mayoría suficiente para aprobar las cuentas autonómicas durante los próximos años.
Desde las filas del PP Antonio Damborenea ha rechazado las acusaciones vertidas contra su partido y los socialistas de aplicar el rodillo y ser frentistas, y dicho que el PNV rechazaba igualmente las enmiendas de la oposición cuando gobernaba. "Estamos acostumbrados a que no se acepten ninguna de nuestras enmiendas. Esta dinámica se ha vivido muchos años y hemos aplicado lo mismo que hemos recibido".
La respuesta de los grupos de la oposición, a excepción de UPyD, ha consistido en acusar al PSE y a su "socio preferente" de ejercer el rodillo parlamentario y demostrar con su posición una actitud "frentista". "El PSE está supeditado a su media naranja, lo que es legítimo, pero es un auténtico veto. No ha habido negociación, no nos van va aprobar ninguna enmienda en una dinámica frentista".
"Mantuvimos un contacto fugaz, que se tuvo lugar tarde y mal, con el consejero Carlos Aguirre, lo que demuestra que la voluntad de este Gobierno para lograr acuerdos es precisamente nula", ha argumentado el parlamentario jeltzale Luke Uribe-Etxebarria.
En la misma línea, la portavoz de Aralar, Aintzane Ezenarro, ha echado en cara a los socialistas "su prepotencia y subordinación al PP. Dijeron que iba a ser el Gobierno del diálogo y demuestran una nula voluntad de diálogo y acuerdos. No vale decir que se quiere ser el lehendakari de todos y ni siquiera intentarlo", ha concluido la parlamentaria de la formación independentista.