Pamplona. Patxi Zabaleta hace tiempo que dio el paso que ahora reclama a los dirigentes de la izquierda abertzale oficial. En medio de las especulaciones sobre el debate que en la actualidad mantienen en el seno del MLNV los posibilistas y los partidarios de métodos más radicales, el líder de Aralar asegura que ya no hay vuelta atrás para que la normalización política y la pacificación lleguen a este país.
¿Qué tiene que decir de la política de Ares al frente de Interior?
Ares ha conseguido lo mismo que Atutxa, ser el consejero más famoso, pero está originando un grave perjuicio al futuro de la Ertzaintza. En este sentido, en términos ideológicos no se puede dar por bueno que hable bien de unas víctimas y de otras no, de unas actuaciones de libertad sí y de otras no. Viene la normalización y la pacificación a esta tierra, no soy muy optimista a muy corto plazo, pero viene. Y para cuando llegue todas estas actuaciones en las que no se haya sido equidistante de todos los sufrimientos, de todas las víctimas, van a quedar en el pasivo de esas personas.
Hablando de futuribles y de hipótesis, ¿ve posible la configuración del llamado "polo soberanista"?
No es un término que está en nuestro lenguaje político. Podemos aspirar a que el espacio político de la izquierda abertzale sea tan amplio como el centro-derecha, como el de la izquierda españolista o el de la derecha españolista. Y Aralar está trabajando para establecer las bases, pero con tres condiciones: izquierda, abertzale y democrática. Y con estas condiciones no tenemos ningún inconveniente en conformar con otros.
¿Llegará a buen puerto el debate que se está produciendo en el seno del MLNV?
Creo que tiene expectativas nuevas. Al aceptar los cinco principios del senador Mitchell entra un concepto nuevo, porque esos principios destacan la exclusividad de las vías políticas. Esto es así. También hay otros indicios que son muy importantes, como es el concepto de unilateralidad en las decisiones que haya que tomar en las decisiones de futuro. Pero siendo positivos, esos indicios hay que llevarlos a un paso más, que es la confirmación en una estructura y en una realidad. Es un paso adelante y les animamos a que sigan.
El problema es que ETA no cierra la persiana.
ETA tiene que cerrar la persiana unilateralmente, sin esperar a ningún proceso, sin poner condiciones a cambio del cese de la violencia.
¿Deben los promotores de la propuesta de Altsasu instar a los dirigentes de la organización armada a dejar las armas?
Algunos de los que formamos Aralar somos el ejemplo de la contestación afirmativa a esa pregunta. Hay que decirle a ETA que lo que el pueblo vasco le reclama es un cese unilateral. Pero implícitamente eso es lo que dicen los principios Mitchell.
Algunos dicen que si las elecciones municipales no estuviesen a la vuelta de la esquina no se estaría produciendo este debate.
Nosotros, que, salvo acuerdo, seríamos los competidores más cercanos de Batasuna, decimos justo lo contrario de lo que dicen Rodolfo Ares y compañía. Quiero creer que en los últimos movimientos de Batasuna existe una referencia de principios que no es coyuntural.
¿Un atentado de ETA reventaría el debate?
Haría un gran daño. Pero la situación ideológicamente, dialécticamente, socialmente, está avanzando tanto que se está convirtiendo en irreversible. Si hay un atentado, los de la izquierda abertzale oficial no serían los menos disgustados.