vitoria. La transferencia de las políticas activas de empleo al Gobierno Vasco, o más bien el retraso de la llegada de ésta, volvió a alimentar ayer la confrontación entre PSE y PNV.
La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, explicó ayer que un centenar de personas de su departamento ya están trabajando para preparar a Euskadi para asumir esta competencia. Sin embargo, lamentó que esto no vaya a suceder hasta dentro de un año -a pesar de que el lehendakari prometió que estaría en manos vascas a partir del 1 de enero de 2010- por culpa de "la maniobra tristemente dilatoria" que volvió a acusar al PNV de haber forzado en el Congreso.
Zabaleta reconoció que la gestión de esta transferencia ha sufrido un "tropiezo inexplicable" del que responsabilizó al PNV, pero también al PSOE por cerrar un pacto para aprobar los Presupuestos que, en su opinión, "no se debería haber suscrito".
Sin embargo, tras dejar claro que no está "decepcionada" por la actuación del presidente Zapatero, volvió a centrar sus críticas en la formación jeltzale, que es a su juicio la gran responsable de que esta competencia no vaya a llegar hasta dentro de un año, y quiso combatir la frustración con voluntad, reivindicando que su Departamento ha trabajado y seguirá trabajando para que esta transferencia llegue de forma "respetuosa" con los acuerdos del Parlamento y también con el Estatuto.
la manzana y el gusano Desde el rincón contrario la visión es otra. Para el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, si su formación ha retrasado la llegada de la competencia es porque se niega a dejar que llegue como una manzana con gusano; atractiva, pero corrupta.
En una entrevista concedida a Onda Vasca, Urkullu recordó que el PNV lleva 30 años reclamando que el Gobierno central transfiera a Euskadi las competencias de empleo como recoge el Estatuto de Gernika. "El problema", matizó, es que lo que se termine transfiriendo "sea una manzana con un gusano, que se nos quiera vender mercancía averiada".
En este sentido, el presidente jeltzale desveló que su formación ha explicado, tanto al PSE y al Gobierno Vasco, como al PSOE y al central, que no está de acuerdo "ni en cuantificación, ni en contenido" de la transferencia ya que, según subrayó, de los 400 millones de euros en los que el Gobierno Vasco anterior tasaba esta transferencia, a los 200 que reivindica el actual, "hay una diferencia sustancial" que atribuyó a "la improvisación y la excesiva dependencia para con el Gobierno de Madrid" que reprochó tener al Gabinete López.
concretar la fecha Por su parte, incluso el PP, socio parlamentario del PSE, tiene previsto exigir hoy al equipo del lehendakari que explique a qué se debe este retraso, que concrete cuándo se materializará la transferencia, y le advertirá de que no permitirá que vuelva a incumplir su palabra con "nuevos retrasos".