vitoria. La presencia por primera vez del lehendakari y la presidenta del Parlamento Vasco en los actos de celebración del 31º aniversario de la Constitución Española provocó ayer el esperado aluvión de críticas por parte de todas las formaciones abertzales, a las que se sumó también EB. Y lejos de quedarse en las meras descalificaciones, se comprometieron a "llenar de contenido la nación" vasca y conseguir el reconocimiento del derecho a decidir frente al "centralismo uniformizador" de Madrid y la "inacción" del Gobierno de López, que en palabras de Iñigo Urkullu, está resultando ser "más centralista que el central" que dirige José Luis Rodríguez Zapatero.
El líder del PNV escribió ayer un artículo en su blog, donde comienza recordando a Patxi López que su partido y la mayoría de la ciudadanía vasca de la CAV se abstuvo en el referéndum sobre la Carta Magna en 1978. Puestos los puntos sobre las íes, dijo "respetar", pero "no compartir" esta festividad ya que supone, a su juicio, "un reconocimiento tácito de un centralismo-uniformizador".
En este sentido, Urkullu denunció el "nuevo centralismo" que a su juicio pretenden instaurar el Partido Socialista y el Partido Popular. Por un lado, explicó, está "el centralismo de siempre", el que "donde dice plurinacional lo quiere hacer plurirregional, el que cepilla los Estatutos, el que no admite las reformas estatutarias ni siquiera que sean admitidas a trámite". En dos palabras, un "Estado plurinacional sin naciones".
Y por otro lado, agregó, está el "centralismo con concesión administrativa" del Gobierno de Patxi López. Un Gobierno del que volvió a colgar las etiquetas de Ejecutivo "de imagen", a medio camino "entre el dejar hacer (a Madrid) y el dejar de hacer (en Euskadi)".
Con cierta ironía, Urkullu sugirió a López que aproveche sus viajes a Madrid -el Día de la Hispanidad y, ayer, el Día de la Constitución- para ejercer de lehendakari y reclamar al Estado español que cumpla íntegramente el Estatuto de Gernika, empezando por las políticas activas de empleo, cuestión que últimamente ha alimentado el debate entre ambas formaciones. Por último, el presidente del PNV reclamó el reconocimiento de Euskadi como "nación" y se comprometió a avanzar en ese camino frente al bloque PSE-PP y ante los "abertzales que destruyen y no construyen".
Desde las filas de Aralar, su coordinador general, Patxi Zabaleta, incidió ayer en que la Constitución Española "no constituye un punto de encuentro, sino todo lo contrario" y se trata de un texto "obsoleto" y lleno de "carencias", por lo que abogó por someterlo a debate. Además, tomando por ejemplo lo sucedido en torno al caso Egunkaria, aseguró que la Constitución ha demostrado que "no garantiza los derechos individuales", como tampoco lo hace con los colectivos.
Tanto EA como EB y Hamaikabat coincidieron en criticar la presencia del lehendakari López en Madrid, ya que no representa el sentir de "la mayoría de la sociedad vasca" que está "en clave de superar" una Carta Magna que "bloquea el derecho a decidir", argumentaron.
En respuesta, López se limitó a reconocer que era consciente de que cualquier decisión que hubiera tomado respecto a su presencia o no en los actos de celebración de la Constitución le habría supuesto críticas. Asistir le valió el rechazo del nacionalismo vasco, pero no hacerlo, indicó, le habría acarreado reproches en el resto de España.