madrid. El presidente de Baleares, el socialista Francesc Antich, se reunió de nuevo ayer por la tarde con los dirigentes de Unió Mallorquina (UM) y Bloc -formaciones que dan apoyo al ejecutivo balear- para alcanzar un acuerdo de última hora que permita salvar el gobierno de coalición de centro izquierda.

Baleares está sufriendo una crisis institucional en el Gobierno autonómico, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma, donde existe un pacto de gobernabilidad, a raíz de las peticiones del Bloc de que dimitan los consellers de UM imputados en casos de corrupción, lo que derivó en la renuncia del titular de Turismo, Miquel Nadal.

Antich se reunió a lo largo del día, por separado, con dirigentes de todas las formaciones del pacto, incluido el PSOE, partido en el que algunos miembros sostienen, según el propio presidente balear, que deben romper el pacto con UM y sugieren la conveniencia de unas elecciones anticipadas. El presidente tenía previsto reunirse también con los líderes del PP, en la oposición en esta legislatura, pero los populares declinaron la entrevista hasta que Antich no decida cómo resolver la crisis con sus actuales socios de gobierno.

En la última reunión Antich convocó a los líderes de UM y del Bloc, lo que supone la primera de las entrevistas conjuntas que se celebraba desde que se inició la crisis política.