Donostia. Las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) que se están llevando a cabo en el tramo entre Arrasate y Elorrio tuvieron que ser paralizadas ayer de madrugada tras sufrir uno de los trabajadores amenazas a punta de pistola por parte de dos encapuchados. Según relataron los trabajadores, el compañero amenazado se dirigía con el camión hacia el vertedero de Gesalibar -una zona montañosa y de difícil acceso- y de repente, dos desconocidos que circulaban en una moto le obligaron a apearse del vehículo y le comunicaron que iba a explotar una bomba.
Los trabajadores informaron al jefe de obra del suceso y éste se puso inmediatamente en contacto con la Ertzaintza después de ordenar a los empleados que se fueran a casa hasta aclarar lo sucedido y descartar que hubiera colocada una bomba.
Agentes se trasladaron al lugar y tras examinar los alrededores no encontraron ningún explosivo, por lo que a las 10.00 horas se reanudaron la obras. La Policía autonómica, que tomó declaración al trabajador amenazado y ha abierto una investigación, no ha confirmado que se tratara de un suceso relacionado con ETA. El jefe de obra de la empresa adjudicataria Obras Subterraneas S.A. -cuyos responsables en Madrid no tenían conocimiento del suceso- interpuso una denuncia.
El tramo Arrasate-Elorrio tiene una longitud de 4,4 kilómetros, de los que 3,6 discurren bajo tierra con los túneles de Karraskain y Udalaitz. Precisamente, estos días los obreros están trabajando en esta zona, removiendo tierras que trasladan al vertedero de Gesalibar. El trayecto se completará con los viaductos de Kobate y Gabaundi.