Todos los partidos presentes en el Parlamento navarro, el Gobierno foral y diversas instituciones condenaron firmemente el ataque que sufrió la madrugada del miércoles al jueves una oficina comercial del Diario de Navarra en Pamplona, contra la que desconocidos lanzaron un artefacto incendiario, en lo que fue censurado como un ataque a la libertad de expresión.