a humanidad se recupera de las caóticas seis horas vividas el lunes cuando Facebook, Instagram y WhatsApp dejaron sin conexión a más de 3.500 millones de personas en el planeta. Los conectados humanos miraban absortos las pantallas de sus móviles caminando por la Avenida de Gasteiz o esperando el autobús en una parada de Tuvisa del barrio de Zabalgana exteriorizando su inquietud por estar fuera de cobertura. El colapso en el sistema de nombres de dominio de Internet (DNS) fue la causa de semejante desbarajuste y el todopoderoso dueño de las tres firmas, Mark Zuckerberg, sí tiene motivos para andar estos días con el rostro desencajado. En unos tiempos donde la reputación de Facebook no está en su mejor momento, le llega ahora el pinchazo económico. Las pérdidas globales se han cuantificado en mil millones de dólares por cada una de las horas que estuvo caído el sistema, alcanzando la barrera global de los 6.000 millones. Hay que sumar también los 3.100 millones que cayeron las ventas de Facebook en cada una de las horas sin servicio. Y seguramente, lo que más le duela al acaudalado Zuckerberg es caer del quinto al sexto puesto en la lista Forbes de los más ricos. Su fortuna se ha recortado en 5.200 millones de dólares, pero aún le quedan otros 117.000 millones. Cosas de ricos.