e acuerdan de cuando salíamos a aplaudir a los sanitarios al balcón? Sí, hombre, aquellos días en los que descubrimos cosas alucinantes como que teníamos vecinos, en los que todo iba a salir bien y en los que decidimos que juntos saldríamos de aquella y además lo haríamos mejores. Aquellos días de tarta de fresa y pequeños ponys... Pues no. El ser humano es así, miserable; no diré que lo es por naturaleza por no abrir un debate de tintes rousseaunianos, pero sin ningún fundamento filosófico estoy convencida de ello. Leo las declaraciones que ha hecho el presidente checo al ser preguntado por la reciente ley aprobada en Hungría que prohíbe la difusión de todos los materiales y programas educativos para niños que se considere que promueven la homosexualidad, la reasignación de género y el concepto de sexualidad que se desvíe del asignado a una persona al nacer. El presidente checo defendió al primer ministro húngaro, explicando que puede "entender a gays, lesbianas, etc", pero que las personas transgénero le parecen "intrínsecamente asquerosas". Y en ese nivel estamos, y en el de hacer pintadas homófobas en un mural, en el de las agresiones verbales y físicas, en la falta de respeto y la falta de empatía. En pleno siglo XXI. No, no hemos salido mejores.