oy hace 45 años que cinco inocentes murieron a manos de la policía en Vitoria-Gasteiz, una desgracia que nunca debemos olvidar y que cobra especial relevancia en unas jornadas en las que la tensión entre los manifestantes de Barcelona y los Mossos d'Esquadra se ha cobrado ya el ojo de una protestante. A pesar de las buenas intenciones de la mayoría de los participantes, hay quien desatiende la auténtica finalidad de la protesta y se dedica a romper mobiliario urbano o quemar furgones pagados con dinero público. Mientras, algún policía aprovecha para sacar la porra a pasear cuando se ve en superioridad, manchando la labor del resto de sus compañeros. Lamentablemente, el vídeo de los Mossos d'Esquadra acompañando a los manifestantes pacifistas no es tan susceptible de volverse viral como unos buenos mamporros. Me pregunto si todos aquellos que utilizan la violencia como argumento principal conocen la historia de Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo García y Bienvenido Pereda Moral. Esperemos no tener que lamentar una tragedia similar y que nadie tenga que volver a sentir el dolor que todavía arrastran sus familiares y amigos.