cabo de saber que un héroe anda suelto. Es un personaje mágico ya famoso por tunear los nombres de los pueblos de su entorno. El Banksy Astur le llaman, ahí es nada. Atención a las joyas: “Naces, creces, te reproduces y Mieres”; “Turón de Suchard”; “Berrón y cuenta nueva”... Artista infinito. Garcilaso fuera de tiempo. Inclasificable. Eterno. Piden mármol. Él o sus frases, al gusto. Le ronda una buena multa si le pillan rotu en ristre. Pero dice que no le importa. Que un espíritu libre no conoce grillete. Que su arte no cabe en las normas. En una reciente entrevista -porque sí, ya se le entrevista-, fijó su próximo objetivo en León. ¿“El que calla Astorga”? Temblemos. Pero si todo esto no les ha puesto los pelos de punta, atentos, porque no descartó extender su campaña de terror hacia el este, a lugares como Cantabria y... sí: el País Vasco ¿Qué será lo siguiente? ¿A lo hecho Getxo?, ¿“PerrEA, perrEA?” Y lo que es peor, ¿si de Bizkaia salta a Álava? Temo por Lagrán y su muralla china. O por que nos invite a no dejar para Añana lo que podamos hacer hoy. Es el arte, amigo. Caprichoso. Subjetivo siempre. A veces temo que mis amigos -o ustedes- me apresen por torturarles con mis chistes. Menos mal que por encima de nuestros gustos hay un robusto y consolidado derecho a la libertad de expresión.