e optado por no hacer planes y casi ni pensar en la Navidad. Más digo, no debo de ser la única. Cómo estará la cosa que este año tendremos en Gasteiz realojados a María, José y el Niño y a Olentzero y Mari Domingi. Si esto no son las trompetas del apocalipsis... Este año, la marca de turrón del vuelve a casa vuelve puede acabar teniéndolo jodido con el eslogan si se mantienen las restricciones de movilidad. Además, si sigue el toque de queda, supongo que tocará explorar nuevos conceptos de cena en línea con horarios más europeos. Esa Nochebuena petándolo con los villancicos y el turrón hasta las... ¿21.59 horas? Bueno, salvo que las personas reunidas tengan piltra para dormir en la misma vivienda, claro. O que se opte por establecer zona de acampada en el salón, en plan festival. Ya imagino el reparto de pulseras de colores en el descansillo: a ver ,desinfección de manos, su pulsera VIP con derecho a pernoctación... Y esa es otra, pongamos que normalmente se reúnen una persona más de las permitidas para la comida de Navidad, ¿cómo tomamos la salomónica decisión? Las CCAA y el Gobierno español han acordado presentar propuestas de medidas para la Navidad para consensuar en su reunión de la Interterritorial de Salud de la próxima semana. A ver qué cuentan.