o puedo elegir mi momento favorito de fiestas de La Blanca. Cada año ha aparecido uno, o varios, de repente. Es lo mejor, lo que más me gusta de estas fiestas. Compartir buenos momentos con la gente que quieres. Como aquello de la verdad está ahí fuera, en fiestas de La Blanca lo mejor está por llegar en cualquier instante, en cualquier rincón, ese momento que pasará a engrosar el libro gordo de anécdotas y sucedidos para en años venideros amenizar una buena sobremesa con la cuadrilla. Este maldito coronavirus nos ha robado aquello que nos da calor, los abrazos, la cercanía de los nuestros, incluso durante el confinamiento nos robó la compañía. Nos ha impuesto distancia y profilaxis. Y eso no ha sido lo peor, porque el maldito coronavirus nos ha robado vidas, la de muchos vecinos y vecinas, amigos, padres, hermanas, hijos, sobrinas, tíos... muchos que quizá el pasado 4 de agosto recibieron a Celedón pañuelo al cuello y a los que el maldito coronavirus se les cruzó en el camino impidiéndoles llegar a este 4 de agosto de 2020. No perdamos a nadie más en el camino. “Es muy importante que el año que viene no falte nadie a las fiestas y, para ello, tenemos que cuidarnos este”, decía ayer Gorka Ortiz de Urbina. Citémonos el 4 de agosto de 2021, todos y todas. Cuidémonos.