o doy crédito. ¿He oído bien o Antonio Garamendi ha amenazado al Gobierno con contratar portugueses si la nueva ley de teletrabajo no satisface a los empresarios españoles? Parece que el presidente de la CEOE se cree tan poderoso que puede influir sobre la legislación. Da la impresión de que cualquier rectificación del sistema feudal impuesto por Rajoy y su mayoría absoluta le ampara para recordarnos que la semi esclavitud está vigente y que sigue siendo el método preferido por los empresarios para garantizar la buena marcha de la economía. No me lo puedo creer, se habrá equivocado o lo habré escuchado mal. Que una amenaza de tal magnitud surja porque se pretenden regular los gastos inherentes al teletrabajo -el trabajador paga la silla, la mesa, la luz, el agua, el gas, la conexión wifi y el ordenador- me parece demasiado osado hasta para Garamendi. No sé cuál es su propuesta pero supongo que no irá en serio lo de ir a Portugal a encontrar trabajadores sumisos con los que lucrarse. ¿Está sugiriendo que para la economía española es más conveniente contratar personal sin derechos o que para teletrabajar hay que convertirse en un falso autónomo? ¿Y qué dirá Portugal de todo esto? Porque la deslocalización y la globalización no van tan bien como las vendieron...