os semanas de confinamiento y paralización casi total de la actividad a partir de hoy. Más de 6.500 personas fallecidas por el coronavirus solo en el Estado, casi 79.000 contagiados, personal sanitario trabajando al límite, empleados de limpieza, de servicios de distribución y alimentación, de transporte, de medios de comunicación, trabajando como nunca; personas mayores pasando el aislamiento solos en sus casas, miles de trabajadores afectados por ERTE... El ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, propuso en el Consejo Europeo del jueves investigar a países, como España, por no tener margen presupuestario para luchar contra el coronavirus. No cuestiono la crítica nada sutil, seguramente la gestión de esta crisis y de los polvos que nos han llevado a estos lodos es criticable y mejorable en muchísimos aspectos. Pero me parece simplemente miserable que la respuesta a la petición de ayuda a la UE sea esta. No es nuevo, el desdén y la suficiencia son los mismos que alumbraron en la crisis de 2008 el despectivo concepto PIGS. ¿Quiere decir Hoekstra que hay ciudadanos que merecen una especie de plaga bíblica? ¿Piensa que su país podría afrontar solo una incidencia de esta crisis como la que atraviesan España o Italia? No es ingenuidad, ni desconocimiento. Lo ha definido el primer ministro portugués, Antonio Costa: “Repugnante”.