Esta negociación de investidura entre PSOE y ERC se asemeja a una partida del Risk. Imagino a unos y a otros encorvados sobre sus respectivos mapas de batalla, calculando costes, beneficios, intentando prever el siguiente paso de sus respectivos adversarios -y los adversarios también juegan en otras mesas, como la de JxCat-, manejando los tiempos, diseñando la estrategia. El último paso, antes de la significativa reunión de hoy entre socialistas y republicanos en Barcelona, lo daba ayer ERC: “El acuerdo, si llega, será en enero”. El calendario para ERC es un factor fundamental en este proceso negociador. Esquerra aguarda al día 19 para conocer la decisión del Tribunal de Justicia de la UE sobre la condición o no de europarlamentario de Junqueras. Decisión sobre la que estará muy pendiente también el expresident Carles Puigdemont. Además, ERC prevé su congreso el día 21, con la vista puesta en la investidura pero también en unas elecciones catalanas cuya convocatoria está en manos de Quim Torra -pese a todo, ayer desde Bruselas JxCat insistía en la voluntad de concluir la legislatura-, que podría ser inhabilitado por el TSJC antes de fin de año, aunque cabría recurso ante el Supremo. El PDeCat celebra el sábado un consejo nacional que se prevé movido. Continuará.