el Baskonia ha arrancado la temporada con seis derrotas y cinco victorias. Aparte del potencial de los rivales, que de todo ha habido, parece un bagaje escaso para una plantilla construida, otra vez, con la intención de competir por lo máximo tanto en la Liga ACB como en la Euroliga. Los resultados cosechados hasta ahora hablan, sobre todo, de irregularidad. Es pronto para saber si el equipo es realmente bueno o no tanto, pero ya hay indicios que apuntan a que será necesario un ejercicio extra de paciencia para comprobar la calidad de los jugadores y la capacidad del entrenador para aglutinarlos en torno a una misma idea. Hablamos, como casi siempre, de un proyecto renovado en todas las posiciones y eso, como casi siempre, juega en contra de la puesta a punto y la estabilidad. Si nos ceñimos a los titulares, tenemos base (Henry), alero (Stauskas) y pívot (Fall) nuevos. También hay novedades importantes en la rotación (Eric y Polonara) además de los supervivientes de la pasada temporada. Como quiera que la mayoría de estos últimos han empezado al ralentí, además de la grave lesión de Granger, resulta que el técnico croata dispone de muy pocos elementos fiables para afrontar los partidos. Yo creo firmemente en su competencia para afinar la orquesta. Otra cosa es que le den tiempo...