a formalización por parte de los diferentes grupos parlamentarios de sus respectivas alegaciones al borrador para la nueva Ley de Educación de Euskadi, cuyo plazo concluyó ayer, refuerza las posibilidades de alcanzar un alto consenso que derive en un gran pacto educativo vasco. La educación, como pilar de toda sociedad avanzada, factor clave de desarrollo, progreso, convivencia y cohesión y base también del autogobierno, precisa de un acuerdo de país que aglutine al menos el mayor número de apoyos no solo en el Parlamento Vasco, sino en la comunidad educativa y las diferentes organizaciones sociales involucradas. El borrador elaborado por el presidente de la ponencia parlamentaria encargada de presentar un texto base, el jeltzale Gorka Álvarez, ya fijaba tras muchos meses de diálogo y negociaciones los cimientos y la estructura general de lo que debería ser un gran acuerdo en materia educativa. El inopinado desmarque posterior del PSE, en ningún caso nuclear y que más bien parece un intento de marcar perfil propio en un asunto de alta sensibilidad, ha llevado a jeltzales y socialistas a pactar 42 alegaciones conjuntas que apuntalan el borrador inicial y, salvo matices en la mayoría de los casos de matiz más semántico que de contenido real, no contiene novedades y apuntala el marco general de la futura educación en Euskadi. Esto es, el irrenunciable protagonismo de la escuela pública en el sistema educativo y su necesidad de dotarla de financiación suficiente, la exigencia a la enseñanza concertada para que fomente la equidad y la excelencia y evite la segregación, así como la centralidad del euskera como “eje vertebrador” del sistema plurilingüe en el que tanto la lengua vasca como el castellano y el inglés “vehiculen” aprendizajes. Con este acuerdo base entre los socios de gobierno, que suman mayoría absoluta, tanto la voluntad de ambas formaciones por ampliar su acuerdo como el contenido de las alegaciones presentadas por EH Bildu y Elkarrekin Podemos así como su declarado interés por incorporarse a un gran pacto -no así PP+C’s y Vox, que continúan optando por la confrontación y el dogmático ‘no a todo’- apuntan a un ilusionante ensanchamiento del consenso que contaría también con las aportaciones de centenares de agentes educativos. Queda aún mucha labor de diálogo pero el paso hacia un gran pacto educativo en Euskadi está dado.