IARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA aprovecha la propuesta que le ofrece hoy el calendario que conmemora el Día Mundial de las Ciudades, decretado por la Organización de las Naciones Unidas en el año 2014. El objetivo, marcar en rojo la necesidad de que las urbes, y las sociedades que las conforman, sean inclusivas, seguras y sostenibles. La cuestión puede sonar a retórica, pero no lo es. No es baladí por cuanto que las ciudades, herederas de tiempos peores donde la cuestión medioambiental era pura filosofía, deben asumir que el agotamiento de los recursos requiere de políticas que impliquen tanto a la ciudadanía como a sus instituciones. Que el peso de la responsabilidad de evitar un mayor destrozo al planeta no puede ser sólo individual, que también, sino institucional con una mirada más verde y limpia. Así en este punto, cabría preguntarse, en primer lugar, ¿es Vitoria-Gasteiz una ciudad sostenible?. Difícil cuestión si se toma como un todo en el que únicamente se pueda responder categóricamente con un Sí o con un No. Y, a pesar de ello, parece razonable reconocer que la capital alavesa ha hecho un esfuerzo sostenido en el tiempo por lograr una calidad de vida de la que puede presumir. Cierto es que queda camino por recorrer. Los retos que se puede marcar hoy el gabinete Urtaran distan mucho de los que en su día preocupaba y ocupaba a Jose Angel Cuerda. Pero entre los más de veinte años de gestión municipal de ambos no ha variado el objetivo de que Vitoria-Gasteiz no pierda ese verde por el que ya la reconocen allá por donde va. Y, ¿es Vitoria-Gasteiz una ciudad segura?. Sin caer en un exceso de optimismo, lo cierto es que podemos estar orgullosos de vivir en una ciudad donde, de manera general, se vive con tranquilidad. Quizás, entre las cuentas pendientes, nos quede progresar como sociedad inclusiva. Mejorar la mirada al vecino o vecina sin que en ella pese su procedencia o condición. Diario de Noticias de Álava ofrece hoy distintas paradas en sus páginas -Araba, Economía, Deportes y Mirarte- para evaluar si estamos en condiciones de poder celebrar el Día Mundial de las Ciudades. Es una invitación a la reflexión para ver de dónde venimos y a dónde podemos ir. Una ciudad es un elemento vivo. Si no respira, será gris. Si está sana, será verde. Como Vitoria-Gasteiz.