a historia de los pregones de San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz desde 1971 hasta hoy está protagonizada por 37 hombres y 12 mujeres. La proporción es una mujer pregonera por cada tres hombres, si tenemos en cuenta los 49 pregones de los últimos 51 años (el de 1976 se canceló por los sucesos del 3 de marzo; el de 2020, por el covid).

El aumento progresivo de la proporción de voces femeninas desvela que los pregones han evolucionado con los tiempos en materia de igualdad. Es de aplaudir que el proceso de selección de quienes pregonan no se haya quedado atrás en la asignatura feminista.

De las doce pregoneras mujeres en estos 51 años (que en realidad son catorce, porque en 2013 el pregón no lo pronunciaron una sino tres deportistas, en representación del deporte femenino), el desglose por ámbitos profesionales es el siguiente.

-Dos historiadoras y profesoras: Micaela Portilla y Ana de Begoña Azcárraga.

-Tres periodistas: Cristina Fructuoso, María Ángeles Cobas y Estibaliz Ruiz de Azua.

-Dos escritoras: Espido Freire y Maite Ruiz de Austri.

-Cuatro deportistas: Maite Zúñiga, Patricia Elorza, Eli Pinedo y Maider Unda.

-Dos artistas de las artes escénicas y musicales: Inma Shara y Susana Soleto.

-Y una científica, este año 2022. Marian García Fidalgo: investigadora especialista en física médica y actualmente directora científica del Instituto Bioaraba.

Su perfil profesional ha supuesto un cambio respecto a las pregoneras anteriores, que habían visibilizado sobre todo la relevancia femenina en el mundo de las artes y las letras. El efecto pedagógico de haber seleccionado en esta edición a una mujer perteneciente al mundo de la ciencia tiene un valor especial, en el contexto actual en el que sigue existiendo un importante sesgo de género a la hora de que las niñas elijan estudios y profesiones.

Veamos algunos datos de este sesgo de género. Solo el 30% de las personas que trabajan en ciencia en el mundo son mujeres, según el informe She Figures 2021. En el caso del Estado español, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el porcentaje de mujeres investigadoras de plantilla es del 36%.

De hecho, las chicas, ya a la hora de elegir sus estudios, no optan mayoritariamente por las disciplinas de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Según datos internacionales de la UNESCO, son mujeres solo el 35% de quienes se matriculan en esas carreras universitarias. Y únicamente el 3% de las estudiantes de educación superior realizan estudios en Tecnología (TIC).

Para desgranar las causas de esta apatía femenina hacia las disciplinas científicas, la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) publicaba en su web el pasado 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una entrevista a Marta Macho, matemática y premio Emakunde a la Igualdad 2016.

En ella, la investigadora explicaba que los desajustes a la hora de elegir una profesión son fruto de estereotipos construidos desde edades muy tempranas. Las niñas desde pequeñas perciben la ciencia como algo que no tiene que ver con ellas. Y mientras se siga perpetuando el estereotipo de que quien se dedica a la ciencia es "un hombre con bata blanca, muy listo, un poco raro y que trabaja solo", las niñas seguirán sin identificarse con esa figura y no soñarán con ser científicas.

No obstante, hay espacio para el optimismo. Se va avanzando. En la UPV/EHU, del conjunto del alumnado de primer curso del año 2020-2021, las chicas representaron el 55,6% en el área de Ciencias. Y en Ingeniería y Arquitectura, el 28,91%.

Chapeau por tanto al pregón de estas fiestas, porque las niñas que pudieron escuchar a Marian García Fidalgo tuvieron ocasión de ver en ella un referente a quien seguir o imitar.

Es verdad que, entre quienes le escucharon, tal vez había por ejemplo niñas gasteiztarras afrodescendientes que, en algún momento, echaron en falta la diversidad cultural entre las pregoneras y pregoneros de todos estos años. Ante ello, la respuesta comprensible es que su perfil ha sido el de personas blancas en las últimas cinco décadas, por la propia composición demográfica de la población alavesa. Sin embargo, la siguiente asignatura a la hora de elegir a quienes pregonen será incorporar la variedad cultural, a la vista de que la sociedad alavesa ha cambiado y hoy es mucho más diversa.

Se habrá fijado usted en que esta columna viene acompañada de la portada del libro infantil-juvenil Mujeres negras en la ciencia, de Zinthia Palomino y Nina Sefcik. Si podemos conseguirlo en la ciencia, la diversidad en nuestros pregones está al llegar.

¿La representación de la ciencia sigue siendo un hombre con bata blanca, raro y que trabaja solo? Marian García Fidalgo rompe el estereotipo

Si podemos conseguirlo en la ciencia, la diversidad en nuestros pregones está al llegar