esolado, salgo al balcón y me encuentro con ama preguntando sin preguntar. Le contesto que estoy triste porque ha muerto Franco y, escandalizada, me dice que mucho he cambiado de abrir champán a entristecerme. Le digo que no es el que ella piensa, que ha muerto Franco Battiato. Se relaja y comenta que al salir lo ha visto en recepción y le digo que estaba seguro que iría donde los buenos, que el que ella pensaba estará en las calderas.

Me he dado cuenta de que, a veces, como nos ha pasado con Franco, lleva al error contestar sin pararte a reflexionar suficientemente lo dicho, y le explico que un diputado general dijo que "solo se pueden generar energías limpias afectando al paisaje y a la biodiversidad", y un bilduparlamentario, sin pensar, le contestó que "en un país medio normal, un mandatario que da este titular duraría, como mucho, media hora en el cargo".

Mi ama escucha atentamente y me dice que el contestador debería saber que en los países que sacan gas y petróleo para que nosotros disfrutemos de luz, transporte y fábricas, aunque estén lejos y no los veamos, se destruye biodiversidad a cascoporro, como cuando se tuvo que hacer la circunvalación de Antzuola para evitar accidentes, atropellos y arranques de balcones en el pueblo, que hubo que abrirse camino en prados, montes y biodiversidad. Continúa con que hasta ellos, en su obsesión del puerta a puerta, han dejado el pueblo lleno de txintxilinkaris de acero cuya fabricación contamina, aparte de que por las noches cuelgan de ellos todo tipo de bolsas olorosas que deterioran el paisaje del espacio público. Termina diciéndome que ahora, al querer nuestra propia energía, por limpia que sea, dejaremos de estropear lo de otros pero algo perjudicaremos a lo nuestro por mucho que nos preocupe, como si fuera posible crear sin afectar nada y, sobre todo, porque ahora lo vamos a ver. Goian bego Battiato.