a Unión Europea proclamó a los cuatro vientos el pilar de los derechos sociales en la Cumbre de Gotemburgo en 2017. Con gran ambición establecía veinte principios clave para guiarnos hacia una Europa social fuerte, justa, integradora y plena de oportunidades en el siglo XXI. Han pasado cuatro años y todas aquellas buenas intenciones apenas se han plasmado en una sola medida de avance social, hasta que este pasado fin de semana, en la Cumbre de Oporto las instituciones europeas han fijado un Plan de Acción y han establecido objetivos y compromisos concretos con 2030 como meta: al menos el 78% de las personas de entre 20 y 64 años debe tener trabajo; al menos el 60% de los adultos debe participar en actividades de formación cada año y el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social debe reducirse en al menos 15 millones, entre las que en encuentren, como mínimo, cinco millones de niños. Verdaderos hitos en la raquítica historia social de la UE.

En teoría los veinte principios del pilar europeo de derechos sociales deben hacerse realidad a través del Plan de Acción presentado por la Comisión Europea y que se divide en tres capítulos: igualdad de oportunidades y acceso al mercado de trabajo; condiciones de trabajo justas y protección e inclusión social. El primer capítulo engloba cuatro principios a su vez. La educación, formación y aprendizaje permanente, que se plasma en la Agenda de Capacidades Europeas. La igualdad de género, en virtud de una Estrategia para la igualdad de género y una propuesta de transparencia retributiva. Igualdad de oportunidades, con un plan de acción antirracismo y, por último, un apoyo activo para el empleo, mediante un paquete de apoyo al empleo juvenil y un plan de acción para la Economía Social.

El segundo capítulo, se centra en seis principios destinados a la mejora la vida laboral de los europeos. Empleo seguro y adaptable, con una iniciativa destinada a mejorar las condiciones de trabajo en las plataformas digitales. Salarios, con una propuesta de Directiva sobre salarios mínimos adecuados en toda la UE. Información sobre las condiciones de trabajo y la protección en caso de despido. Diálogo social y participación de los trabajadores, dejando claro que debe fomentarse el apoyo para aumentar la capacidad de los interlocutores sociales. Equilibrio entre vida profesional y privada, es decir, convertir en derecho real la conciliación familiar. Entorno de trabajo saludable, seguro y adaptado y protección de datos, con un nuevo marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo y una iniciativa para mejorar las condiciones de trabajo en las plataformas digitales.

Y el tercer capítulo se centra en la cobertura de los derechos sociales fuera del ámbito laboral. Asistencia y apoyo a los niños, gracias a la Garantía Infantil Europea. Protección social, con independencia del tipo y la duración de su relación laboral, los trabajadores por cuenta ajena y, en condiciones comparables, los trabajadores por cuenta propia, tienen derecho a una protección social adecuada. Prestaciones por desempleo, los desempleados tienen derecho a ayudas adecuadas a la activación por parte de los servicios públicos de empleo para reintegrarse en el mercado laboral y a prestaciones de desempleo adecuadas de duración razonable, en consonancia con sus propias contribuciones y los criterios de concesión nacionales. Renta mínima, toda persona que carezca de recursos suficientes tiene derecho a unas prestaciones de renta mínima adecuadas que garanticen una vida digna a lo largo de todas las etapas de la vida, así como el acceso a bienes y servicios de capacitación. Pensiones y prestaciones de vejez, los trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia tienen derecho a recibir una pensión de jubilación acorde a sus contribuciones que garantice una renta adecuada. Sanidad, toda persona tiene derecho a un acceso oportuno a asistencia sanitaria asequible, de carácter preventivo y curativo y de buena calidad. Inclusión de las personas con discapacidad, mediante una Estrategia sobre los Derechos de las personas con Discapacidad para el período 2021-2030. Cuidados de larga duración. Vivienda y asistencia para las personas sin hogar. Y acceso a los servicios esenciales de alta calidad. Intachable lista de derechos, a fecha de hoy repleta de incumplimientos. Esperemos que la presidencia portuguesa de la UE haya cambiado el rumbo social de Europa.