l Deportivo Alavés concluyó ante el Celta una gira de tres encuentros consecutivos a domicilio en una semana con un saldo muy negativo en Liga y positivo, por el resultado, en competición copera. La visita a Vigo marcó la última escala de la gira con una derrota ante un rival que desde el relevo del entrenador en la jornada diez ha sumado doce puntos de quince posibles. De ocupar el farolillo rojo en la jornada nueve a colocarse en un octavo puesto provisional cinco después. En cambio, al Alavés le ha supuesto acercarse a los puestos de descenso, tanto que solo se mantiene fuera de él por la diferencia de goles con el Valladolid. Por si fuera poco, Ely se retiró lesionado y las pruebas que se le han practicado han confirmado los peores pronósticos: adiós a la temporada. Es la segunda vez que sufre una lesión grave, una en cada rodilla.

En la primera parada de este recorrido, Huesca, había puestas grandes esperanzas en conseguir puntuar y mantener la distancia, o aumentarla, con unos rivales directos y ya sabemos cómo acabó aquello. Segunda parada: Málaga. Partido de Copa ante un club de Regional. Todo lo que no pasara por una victoria se podía considerar como un rotundo fracaso. El equipo consumó un partido aséptico, desapasionado, con la mayoría de suplentes que demostraron su superioridad. Como había que pasar el contratiempo forzosamente, los protagonistas lo salvaron con el mínimo esfuerzo, sin demasiado interés, solo para cubrir el expediente. Ambos goles los marcó Guidetti, algo que no celebraba con el Alavés desde hacía más de año y medio. Reivindicaba su calidad para jugar, que nadie duda, pero tendría que pensar por qué no juega con ningún entrenador de los que ha tenido en Vitoria. Aplicando lo de la mujer del César, no hay que serlo sino parecerlo, no solo hay que tener calidad sino demostrarla día a día. Al igual que el compromiso. Como curiosidad, el canterano Martín ofició orgulloso de capitán de su equipo; sin embargo, solo quedará constancia del hecho en las imágenes porque en el acta el árbitro dejó reflejado que fue Battaglia quien realizó esa labor.

Si en la segunda etapa habían viajado al sureste, en la última pusieron rumbo al noroeste hasta la ciudad de Vigo, cuyo estadio han visitado en numerosas ocasiones (27 en Liga con la del domingo -13 en Primera- y seis eliminatorias de Copa) con resultados dispares, pero muchas más derrotas que victorias y empates. Un resultado (2-0) que, en Primera, únicamente se había producido en tierras gallegas una sola vez; no así en Segunda en el que se dio en dos temporadas. Fue en la temporada 1954-55 cuando los Berasaluce, Gorospe, Sanz, Echeandía, Primi, Wilson o Julio Remacha, dirigidos por Echezarreta no pudieron hacer nada ante los locales adiestrados ese año por el ilustre Ricardo Zamora.

Esta temporada, el equipo albiazul cayó de nuevo en Balaídos y comienza una racha negativa de dos encuentros consecutivos sin puntuar. Y preocupante también este Alavés que lleva tres partidos sucesivos en blanco en Liga y vuelve a vivir en el alambre. Aunque mejoró con respecto al partido de Huesca, lo realizado ante el Celta no le dio para puntuar. En el primer período, a pesar de un buen inicio, fue superado claramente por el rival, que se fue a los vestuarios con una mínima renta en el tanteador. En el segundo, un Alavés con mejor actitud reaccionó y no se dio por vencido. Pero no pudo ser. Sus buenos minutos en esta fase no se vieron reflejados en el marcador a pesar de contar con ocasiones; después del segundo gol local el partido quedó sentenciado. Está claro que la diferencia en el fútbol se marca en las áreas, y en estos momentos no tenemos ni solvencia defensiva ni pegada. Todo el mundo alaba a la gran pareja de delanteros alavesistas, pero los resultados a día de hoy no les avalan y no son la solución a los males ofensivos del equipo. Ante los célticos, Machín le dio unos minutos a Guidetti ante su exequipo buscando una motivación extra, también porque después del encuentro copero ha pasado en la rotación a Deyverson, pero tampoco encontró ni el sitio, ni el acierto, ni la motivación, ni la fórmula para hacer daño a los rivales.

Por Reyes el equipo regresará a tierras gallegas para medirse en competición copera a un Dépor que transita vacilante por la Segunda B, pues todavía no le ha cogido el pulso a la categoría. El enfrentamiento ante el Alavés será el primero desde que el pasado 13 de diciembre perdiera con el Celta B su último compromiso liguero. Antes, mañana, a una hora más allá del inicio del toque de queda, visita Mendizorroza el Eibar, un adversario al que hay que vencer para que la situación del conjunto albiazul no se vea comprometida aún más de lo que ya está.

Guidetti reivindicó su calidad, que nadie duda, pero tendría que pensar por qué no juega con ningún entrenador

Hay que ganar al Eibar para que la situación del conjunto albiazul no se vea más comprometida de lo que ya está