s un hecho que hoy en día en nuestro país muchos chavales pueden pasar por la escuela, cursar sus estudios de Primaria y Secundaria, sin que el arte pase por ellos. La eliminación de la educación artístico-musical como asignatura obligatoria en Educación Primaria por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que entró en vigor en 2013, hizo posible que los más jóvenes pudieran esquivar las materias artísticas. "Hay asignaturas que distraen" exponía hace unos años a los medios de comunicación el ex ministro de Educación, Cultura y Deportes José Ignacio Wert -bajo el gobierno de Rajoy- con el fin de justificar la eliminación de la educación artística. Se olvidaba el ministro que esa "distracción" suele ofrecer respuestas a los problemas esenciales de nuestra condición humana, del mundo que habitamos. Y lo hace desde el pensamiento creativo y crítico. Pues las actividades artísticas incrementan en el alumno la percepción de su entorno y generan en él una flexibilidad de pensamiento. Recordemos que pensamiento crítico es parte indisoluble del arte, pues éste nos exige que reflexionemos acerca de su significado: nosotros debemos usar nuestras capacidades para extraer conclusiones propias sobre las diversas obras artísticas que creamos o vivenciamos. También es un hecho que la educación artística en las escuelas ayuda a los niños y niñas a conocerse mejor a sí mismos, a expresar su rico mundo interior y a plasmar su imaginación y creatividad. Pues el arte "está hecho del mismo material de los sueños".

Estos días, con el propósito de llenar ese vacío artístico de las primeras etapas educativas, se está desplegando un peculiar proyecto en varios centros de enseñanza reglada de Gasteiz: Educacciones. Un proyecto a caballo entre el arte y la educación que se desarrolla anualmente y que cumple ya su cuarta edición. Inmersiones, asociación impulsora de la iniciativa, busca con esta propuesta que el arte contemporáneo abandone los espacios típicos donde se vivencia (centros cultuales y museos) para acercarse a las puertas de ikastolas, colegios e institutos. Educacciones es, por lo tanto, un proyecto artístico y educacional, un nutritivo experimento que busca acercar el arte y la creación actual a los centros docentes. De forma directa, desde el propio acto creativo, desde el pensar y el hacer.

Educacciones ficha cada año a un artista cercano. Este recluta como agentes activos a niños y niñas. A modo de colaboradores: el artista genera diversas obras con y junto a ellos. Les propone una serie de experimentaciones y bajo el formato de taller crean, en equipo, diversos trabajos. Así se busca generar nuevos espacios de diálogo e interacción entre el artista y la sociedad más joven.

Educacciones es un proyecto cultural, artístico, de gran interés pero que, como muchos proyectos educativos, no ocupa los grandes espacios de los medios de comunicación. Se trata de un trabajo oculto, entre bambalinas.