Mi aplauso solidario de hoy va para todo el personal de la residencia Albertia Centro de Vitoria-Gasteiz. Mi ama falleció recientemente en la residencia Albertia Centro. Tenía 90 años y ha pasado los últimos 13 meses de su vida en esta residencia. Pero no ha sido solo una residencia. Lo que mi ama encontró cuando se trasladó a Albertia fue un hogar y una segunda y amplia familia.En estos días tan duros en los que está en boca de todos el trato que se dispensa a nuestros mayores en algunos centros geriátricos, yo quería expresar mi agradecimiento sincero a todo el personal de Albertia, porque nos han demostrado que no solo están sobrados de profesionalidad, sino que también la acompañan con una buena carga de cariño, empatía, implicación, complicidad con el residente y la familia, buen hacer… En definitiva, lo que todos deseamos para nuestros mayores, que estén atendidos por personal vocacional y volcado en su trabajo.Mi agradecimiento a todo el personal, desde el de dirección y gestión hasta el personal médico y enfermería, auxiliares, cocineras, limpieza, etc… porque estoy segura de que mi ama ha sido muy feliz rodeada de todas ellas y ellos. Y aunque no sabía o no podía expresarlo, su sonrisa le delataba. Aprovecho también para recordar a las instituciones que toda ayuda económica para estos centros es poca, puesto que un trabajo tan delicado e importante es primordial que esté bien remunerado. Así que mi aplauso de esta tarde irá dedicado a todo el personal que ha acompañado a mi ama en los últimos meses. Gracias de corazón.