El espionaje del Estado a políticos vascos y catalanes, y de algún agente externo (varios dedos señalan a Marruecos) al presidente y varias ministras y ministros españoles, es el desencadenante de varias crisis importantes: con Catalunya, con el Sahara y Argelia, y dentro del propio gobierno. La dualidad de Podemos habla mal, principalmente, de Podemos. Pero, ¿qué podemos pedir a Belarra y su equipo si las y los ministros socialistas están también echándose los trastos a la cabeza: Robles y Bolaños buscan la culpa en su oponente mientras Sánchez sigue buscando una cabeza que entregar.