os pájaros son reales”. Esta afirmación que resulta una evidencia sin necesidad de demostración, fue realizada por un organismo oficial del gobierno norteamericano. En concreto, la Comisión de Seguridad de los productos de consumo de los Estados Unidos.
¿A qué viene tal pronunciamiento? A responder una “noticia falsa” que se había propagado viralmente en los últimos tiempos: “los pájaros no existen”. Fueron eliminados por las élites gobernantes y sustituidos por réplicas de drones utilizados para espiar a los ciudadanos estadounidenses.
Cientos de miles de jóvenes se unieron al movimiento Birds Aren´t Real, que sustentaba esta afirmación e inundaron las redes sociales con mensajes y vídeos denunciando la desaparición de las aves y su sustitución por robots espías. A pesar de que esta alucinación no tenga ninguna evidencia que respalde la teoría de los pájaros controladores y que el creador de esta temeraria tendencia asegurase que su intención al alumbrarla fuera la de criticar a la sociedad de las fake news, el movimiento que ha llegado a creer en esta conspiración ha llegado tan lejos que miles de estadounidenses han terminado por apoyar la tesis del complot.
Vallas publicitarias con el eslogan los pájaros no existen se han instalado en diferentes estados de la Unión y las redes sociales se han llenado con todo tipo de imágenes respaldando el movimiento. Desde palomas y aves con cámaras y micrófonos hasta estadísticas surrealistas sobre el presunto espionaje a la ciudadanía. Tik-tok ha registrado hasta 300 millones de entradas persiguiendo a los drones robotizados suplantadores de los pájaros. Una locura.
Pero esta no es la única iluminación que sacude a la sociedad norteamericana. Otro contubernio se extiende por las mentes sin filtro de la primera potencia del planeta. La llaman Chemtrail.
Cualquiera podría decir que las líneas blancas que dejan los aviones cuando vuelan por el cielo corresponden a los gases y al vapor generado por sus motores. Pero para los defensores de esta conjura, tales marcas son algo más. Son la “prueba irrefutable del plan secreto diseñado por los gobiernos para controlar la climatología y el medio ambiente”. Según los defensores de esta teoría, hace años las aeronaves no dejaban ese rastro en el firmamento por lo que decidieron investigar las nuevas marcas o quimioestelas llegando a la conclusión de que “el gobierno estaba envenenando a la población desde el cielo con esta especie de fumigaciones para cambiar la climatología y, de paso, ejercer un poco de control mental”.
Pájaros que en verdad son drones, intoxicación química para el control mental, chips introducidos en el organismo mediante la administración de vacunas... sólo faltaba el fin del mundo. Pero no se preocupen los lectores porque los creativos de bulos ya lo han fechado y, además, han responsabilizado a la NASA de su publicitación. El fin del mundo llegará, según los especuladores, el próximo día 6 de mayo. ¿A qué hora? —diría yo—.
A juicio de los agoreros del cataclismo, el asteroide 2009 FJ1, que cuenta con un tamaño similar a la pirámide de Giza y que se desplaza a la velocidad de 95.000 kilómetros por hora, “podría chocar con la Tierra el próximo 6 de mayo, liberando en el impacto una energía de 550 kilotones, lo que equivaldría a 30 bombas atómicas como la de Hiroshima.
Este anuncio apocalíptico que ha empezado a recorrer la “aldea global” también es falso. Como el que antaño atribuía el fin del mundo a un vaticinio de la civilización Maya para 2020. Ahora ni la NASA ni ninguna otra agencia espacial ha anunciado nada en relación a un posible choque de asteroides en nuestro planeta.
¿Cómo entender que un número nada despreciable de personas sea capaz de creerse todas estas milongas? ¿Cómo pensar que la inteligencia humana asuma sin titubear argumentos tan ridículos?
El miedo, la simplicidad argumental y la capacidad de transferir a los demás las responsabilidades o las culpas propias están detrás de esta tendencia. Desde siempre ha habido quienes se han aprovechado de estas causas para lanzar mensajes indemostrables que impulsen intereses de control social. La iglesia, y el miedo al más allá atenazaron las conciencias durante siglos. El antijudaísmo, los templarios, los iluminati, la masonería, la leyenda negra, los extraterrestres, la base 51...
Hoy se imponen las fake news, la postverdad, el trumpismo, la desinformación. Y no hace falta cruzar el atlántico para encontrar “falsas realidades”. Pescar en río revuelto siempre es ganancia de pescadores. Aquí o en Moscú.
El pasado domingo, un grupo de personas, disidentes de la Izquierda Abertzale, organizaron el municipio vizcaíno de Berango un acto de bienvenida y homenaje al expreso de ETA Ibai Aginaga, recién excarcelado tras cumplir 20 años de condena por actividades vinculadas con el terrorismo.
El encuentro, programado semiclandestinamente por quienes, en contraposición con la Izquierda Abertzale oficial, mantenían su criterio de no acallar los recibimientos apologéticos a los ex militantes de ETA, se programó en unas instalaciones municipales -el frontón- utilizando subterfugios falsos para evitar que el ayuntamiento denegara los permisos necesarios para la ocupación del mencionado espacio. Así, la denominada Asociación Kultural Kandaru Euskal Kultura Sustatzeko Elkartea solicitó la utilización de la infraestructura deportiva para el desarrollo de una sesión de bertsolaritza y una comida popular. Hay que tener en cuenta que la autorización de eventos por parte de la administración local es una secuencia de actos reglados, es decir que se deben resolver atendiendo a los datos obrantes en el expediente y en aplicación del reglamento regulador, no siendo asumible la denegación por suposiciones, convicciones o hipótesis subjetivas.
En el caso concreto, la solicitud cursada fue formulada por una asociación debidamente inscrita en el Registro Municipal de Asociaciones. Y las iniciativas presentadas para ser desarrolladas cumplían con todos los requisitos exigidos.
Bien es cierto que el día 8, diversas pancartas colocadas en el municipio anunciaban ya la llegada del excarcelado Aginaga a Berango el día 13, si bien no se anunciaba la realización de acto político alguno. Ante este hecho, el ayuntamiento vizcaíno, y consignando la posibilidad de desordenes públicos puso en alerta a la Policía Municipal y trasladó la información a la Ertzaintza. En este sentido hay que añadir, según consta en los medios de comunicación, que también el delegado del gobierno, Denis Itxaso, informó a la Fiscalía de la celebración de este Ongi etorri. Y para más abundamiento, el Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional acordó que no había razón para “la prohibición del acto de bienvenida a Ibai Aginaga Guinea a realizar el día 13 de marzo”.
El “ongi etorri” amparado por la disidencia de ATA se desarrolló según su guion y con excepcionales medidas de protección (se taparon los cristales, se solicitó evitar el móvil, no hacer fotos, etc) pese a lo cual los propios participantes publicitaron el contenido político del encuentro reivindicativo.
Ante estos hechos, el ayuntamiento de Berango abrió un expediente y los responsables del evento deberán, como corresponde, hacer frente a las sanciones marcadas en la legislación vigente.
Pero ni la rectitud evidenciada por el consistorio —y su alcaldesa— ni el valor de la realidad y los datos existentes, han servido a quienes siempre actúan por elevación. Los propagadores del “todo es ETA” que, por desgracia, intentan seguir contaminando al conjunto de la opinión pública. Así, formaciones políticas, organizaciones de víctimas y medios de comunicación han cargado contra el ayuntamiento de Berango a quien han acusado poco menos de colaborar con el terrorismo y de permitir el “homenaje a los verdugos”. Pero esa inmundicia, que no se sostiene a nada que se profundice en la realidad de los acontecimientos, cobra una dañina consecuencia; minar la reputación democrática de nuestras instituciones. Especialmente dolorosa en este intento de “emponzoñamiento” del gobierno municipal vizcaíno ha sido la actitud del PSE local que en un ejercicio irresponsable se sumó al coro de esparcidores de basura al exigir a la alcaldesa de Berango “explicaciones sobre el inaceptable ongi etorri a un preso de ETA en el frontón”. Lamentable.
No hay duda. Los pájaros existen. Y a veces nos manchan con su guano. * Miembro del Euskadi Buru Batzar del PNV