El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha sido el azote del presidente Trump durante su mandato. Su oposición y sus medidas para atajar la pandemia han sido aplaudidas y loadas en infinidad de ámbitos. Pero no es oro todo lo que reluce, una investigación de la fiscalía sostiene que ha acosado sexualmente a 11 empleadas. Tras leer el demoledor informe de la acusación, el actual presidente americano, Joe Biden, ha solicitado su inmediata dimisión. Son irrelevantes las bondades de la labor desarrollada en su cargo, valerse de una posición preeminente para aprovecharse de alguien más débil es intolerable.