La independencia de Catalunya llegará como cuando llega la libertad de las personas unidas por el vínculo matrimonial. Varias modalidades existen para alcanzar la tan temida ruptura por parte del estado español : Divorcio, Separación, Anulación y de Mutuo Acuerdo. Vayamos por partes en cada una de ellas, los bienes materiales reconocidos a lo largo de su trayectoria de vida en común, se reparten en igualdad de condiciones, los bienes inmuebles son adjudicados a aquellos que por necesidad o por quedar en desamparo lo necesitan más.

Catalunya, después de años conformando parte del Estado español , y después del comportamiento político-económico que el Estado ha tenido para con los catalanes, el vaso se ha sobrado y después de aquella fórmula mágica de “limpiar el estatuto” según el Sr Alfonso Guerra, el pacto ha llegado a su final.

Ahora que los catalanes le han visto las orejas al lobo y se dan cuenta que han servido de títeres en la pseudodemocracia, que mantiene entre sus filas herederos del franquismo en el Partido Popular. Ya va siendo hora, ya hemos llegado a ser mayores de edad y no necesitamos seguir siendo tutelados por Estado español.

Cuando un matrimonio después de años de ida y vuelta en sus relaciones ha tocado techo, los miembros de dicha pareja, optan por liberarse del yugo de acero que los tenía amarrados y por fin la ley les ha otorgado la libertad según diferentes modalidades : divorcio, separación, anulación, o de mutuo acuerdo.

Pues bien, la anulación en pocos casos la iglesia la concede debido a que el vínculo entre los miembros del matrimonio se ha consolidado, lo mismo pasa los 40 años que Catalunya ha vivido en corresponsabilidad con España.

Pero sí se pueden ensayar fórmulas; de divorcio, separación o de mutuo acuerdo, en la tan necesitada realidad de la sociedad catalana así lo demanda y la otra parte, el Gobierno de la nación española sigue erre que erre no dando su brazo a torcer y aplicando cualquier fórmula judicial que lo único que hace es entorpecer más la realidad catalana y su situación ante el Estado español.

Que de una vez por todas, la inteligencia, la sabiduría y la humildad siembre la paz entre aquellos que desean cosas distintas, pero que llevan a un final dialogado y pactado.