Es conocido que las cigüeñas llegaron por primera vez a esta villa en 2000 y desde entonces son observadas desde mi escritorio que se halla a unos 200 metros. Se ha comprobado que estas blancas zancudas duermen siempre de pie y curiosamente frente al viento, que si es muy fuerte, incluso de noche se trasladan a lugares bajos y protegidos. Duermen siempre junto al nido. Los machos nunca se agachan, sí las hembras al poner los huevos entre 25 y 45 minutos y cuando encoban, cuya duración es de unos 34 días. En abril siempre nacen los polluelos entre uno y tres. Con sus picos negros azulados, que les distinguen de sus padres que los tienen rosas. A mediados del mes de julio los cigoñinos emigran, quedándose sus padres unos días más. Esta comprobación la hemos realizado en estos últimos 5 años que los polluelos emigran solos sin sus padres entre el 13 y 18 de este mes de julio. Este año partieron los polluelos solos el día 13. Un instinto poderoso parece ser que les obliga a desplazarse a lo desconocido. Siempre a África, según dicen los entendidos. Este año por primera vez los padres permanecen aún junto al nido 28 días más donde siempre pernoctan, con claras muestras de quedarse entre nosotros. Las buenas temperaturas invitan a ello. Comprobaremos si nuestro predecir es cierto.
