El pasado noviembre, tuve conocimiento, una vez más, de la votación de los proyectos que las distintas ONGs presentaron a la convocatoria de 2016 lanzada por el Fondo de Solidaridad Zer0,7, asociación sin ánimo de lucro, formada por los trabajadores del Gobierno Vasco y Osakidetza que aportan mensualmente el 0,7% de sus retribuciones, para lanzar a finales de año una convocatoria pública a la que acceden las diversas ONGs, grandes, medianas y pequeñas, con sus diversos proyectos de colaboración con los países más desfavorecidos del 3º mundo.

Al preguntar a una de los componentes de la Junta que gestiona ésta asociación sobre el conocimiento y el interés despertado por ello en los medios de comunicación, se me informa que todos los años se remite una nota informativa a dichos medios, instándoles al acto de entrega de talones y presentación de los proyectos y que no hay respuesta alguna, ni asistencia de ninguno de ellos, ni publicación de la mínima reseña en prensa, es la total indiferencia lo que reciben por respuesta.

Sabido es que una noticia o acontecimiento existe, en tanto en cuanto esté impresa con tinta en un papel o se difunda por las ondas.

Este es el problema, Fondo de Solidaridad Zer0,7 existe y así lo acreditan las diversas convocatorias que durante 16 años ha estado lanzando y financiando año tras año los proyectos presentados por las ONGs y años tras año se les niega el derecho de dar a conocer a sus conciudadanos los valores fundamentales que ésta asociación promueve y los diversos proyectos que son financiados por ella. Hay que recordar a estos profesionales de la comunicación que el Fondo de Solidaridad Zer0,7, es a nivel del País Vasco, la asociación privada que más dinero aporta a la cooperación, canalizadas a través de las ONGs y sus proyectos solidarios.

También es muy importante destacar que a pesar de la crisis, los recortes de toda índole, las congelaciones salariales de los funcionarios, la asociación ha sido capaz de mantenerse fiel a su ideario, cosa que ninguna entidad pública ni privada podrá mantenerlo.

Por último, quiero expresar en nombre de MIDIMA (Misioneras del Divino Maestro) que realizan su labor en la R.D. Congo y a las que intentamos ayudar en cuantos proyectos nos solicitan y demandan, el agradecimiento inmenso por haber sido agraciados con uno de los premios gordos (se adjudican en Navidad) al haber conseguido la confianza de los socios del Fondo de Solidaridad Ze0,7 y siendo uno de los varios proyectos galardonados y votados en la convocatoria del 2015 y gracias a ellos haberse realizado la construcción de un centro escolar de 6 aulas de Primaria para 300 niños.