Estamos en emergencia. La fuerza de la naturaleza, de nuevo ha golpeado Haití, un país cuyo sudeste ha quedado completamente barrido por el huracán Matthew, afectando a una población que vive mayoritariamente (70%) en zonas rurales, por lo que el número de fallecidos y afectados es enorme.
Más de medio millón de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria, más de 300 escuelas dañadas, el 80% de las cosechas perdidas, casi 100.000 hogares destruidos, y cientos de carreteras, puentes y centros de salud afectados.
Estas son las cifras actuales de Haití; un país que recuerda el horror vivido a comienzos del 2010 a raíz del terremoto.
Desde UNICEF ya hemos enviado kits de higiene y saneamiento, bidones de agua y tabletas de potabilización para evitar la propagación de enfermedades como el cólera o la diarrea, kits de educación temprana, mantas, equipamientos de salud y nutrición? Pero aún queda mucho por hacer en uno de los países menos desarrollados del mundo.
Porque sí, ha vuelto a ocurrir en Haití. Porque 1 de cada 2 afectados es un niño. ¡Y porque no podemos darles la espalda!