Las elecciones para elegir el nuevo Parlamento Vasco, que se celebrarán el próximo 25 de septiembre, van a estar precedidas de una de las precampañas más cortas que hemos conocido, como consecuencia de que su convocatoria ha coincidido con el descanso estival y de que la atención política lleva meses concentrada en la incapacidad que los principales partidos españoles muestran para investir a un presidente y formar Gobierno. En cualquier caso, los plazos corren y desde hoy mismo nuestros líderes deberán enfrentarse a los múltiples requisitos que la legislación electoral exige. Entre ellos el de la presentación de candidaturas antes del 22 de agosto próximo. Nos queda por tanto poco más de un mes para conocer las propuestas que los partidos ofrecerán a la sociedad vasca y tomar la medida a los candidatos que pugnarán para ganarse el respaldo ciudadano que les llevará a los escaños de la Cámara legislativa vasca. Es previsible que la incertidumbre que se cierne sobre el candidato Arnaldo Otegi se prolongue hasta el mismo inicio de campaña y parece que este hecho, junto al interés de sus protagonistas en hablar de ello y de sus nuevos fichajes, conformará buena parte de los mensajes de EH Bildu. La identidad y personalidad de los candidatos de Podemos también será motivo de atención. Falta aún conocer cómo se completarán las listas de la coalición, y falta sobre todo, llegar a identificar el perfil de su candidata a lehendakari, Pili Zabala, cuyo discurso sobre la mayoría de las cuestiones que afectan a la sociedad vasca es hoy desconocido. Es también probable que las encuestas que se irán conociendo y las cábalas e intenciones sobre las diferentes fórmulas de Gobierno se conviertan en objeto de debate y opinión en los medios de comunicación, por lo que el espacio que pueda quedar para el debate de propuestas y proyectos será previsiblemente reducido. Todo ello en medio de la vorágine madrileña que seguirá centrando su atención en los movimientos de Rajoy, Sánchez, Rivera o Iglesias. En una campaña en la que muchos de sus protagonistas buscan construir alternativas de todo tipo al PNV, será a este partido y a su candidato, Iñigo Urkullu, a quienes se les puede plantear más sencillo el papel de plantear propuestas y elaborar un discurso político que genere ilusión y certidumbre en la sociedad vasca.