Uno de los escenarios del Azkena Rock Festival de esta edición recién concluida que aún resuena en Gasteiz llevaba el nombre de Lemmy. Lemmy Kilmister, nombre en mayúsculas del rock, líder de la mítica Motörhead, dijo aquello de “si piensas que eres muy viejo para rockear, es que eres muy viejo”. Aun desconociendo las intenciones de Kilmister tras la frase, se intuye una realidad: que el rock es música, sí, pero también actitud. La frase viene al hilo de que el ARF 2016 -que una vez más ha vuelto a contar con el sello de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA como medio oficial- acaba de bajar el telón de su decimoquinta edición, nada más y nada menos que con los legendarios The Who sobre el escenario tras arrancar la tarde con los gasteiztarras Sumisión City Blues, y llega la hora del balance. Y el balance podría hacerse desde un punto de vista estrictamente económico. Es decir, el festival diseñado por Last Tour en Gasteiz es sin duda el evento, cultural y de cualquier otra índole, que más personas mueve en todo el año en Vitoria. Solo este año, la organización calcula que se han reunido en torno a sus escenarios unas 30.000 personas, 12.242 cuantificadas oficialmente el viernes. Según los datos de la Oficina de Turismo municipal, tras un sondeo en el sector, los hoteles de la ciudad preveían una ocupación media del 92,7% el viernes y del 97,8%, el sábado. A esto hay que sumar el movimiento generado entre los bares y restaurantes de la ciudad, por supuesto, todo ello de la mano con iniciativas paralelas al ARF como el Osteguna Rock o el Txuleta Rock, que llevan la música desde Mendizabala al mismo corazón de Gasteiz. Pero el balance del ARF va mucho más allá, y no es poco, del impacto económico que genera en la ciudad. Quince años de Azkena Rock que consolidan una apuesta cultural de primer orden en Gasteiz y que han acabado por generar una muy atractiva simbiosis entre la ciudad, el rock y el ambiente propio de un festival muy especial que ha alumbrado a toda una familia de fieles azkeneros. La guinda del pastel también al trabajo de todo el año en la organización en la ciudad de atractivos conciertos de salas como Jimmy Jazz o Helldorado. Quince años que evidencian que Gasteiz, siguiendo las palabras de Lemmy Kilmister, está en plena forma para rockear. Larga vida.