La reconsideración por el Ministerio de Educación español, que ahora dirige ya en funciones Iñigo Méndez de Vigo, de los principales aspectos de la nueva prueba de acceso a la universidad a implantar a partir del próximo curso, en cumplimiento de la mayoritariamente criticada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa que impulsó el anterior ministro del ramo, José Ignacio Wert, rectifica solo uno -por relevante que se considere- de los despropósitos de la Lomce. De hecho, que la nueva prueba desdiga el proyecto anunciado en su día y mantenga la mayor parte de las características de la actual selectividad, también en cuanto a la competencia autonómica para realizarla a través de las Comisiones de Evaluación, no impide que en el transfondo del mismo se mantenga la pretensión inicial de la reforma educativa, que no es otra que la de unificar el sistema, aun si se afirma que este se flexibiliza ahora, con el nuevo borrador del decreto, para permitir que las comunidades autónomas desarrollen la nueva Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). De hecho y en realidad, se sigue optando por la homogeneización de aquellas comunidades con competencia exclusiva en educación y aquellas otras que carecen de ella en lugar de por la homologación que permitiría la exclusividad competencial sin limitar las opciones de elección de los alumnos. Con el mismo espíritu y si desde el Ministerio se pretende falsa esa homogeneización, cabe además preguntarse si la reconsideración de una parte, de la PAU, no debería extenderse al todo, es decir, a otros aspectos de la Lomce que cercenan las capacidades de actuación de los departamentos de Educación desde que el ministro Wert explicitará su afán de uniformizar a través de esa ley la enseñanza en todo el Estado bajo la excusa de una supuesta mejora que, en todo caso, no podría afectar a sistemas educativos que, como el vasco, presentan ratios de eficacia y logran resultados muy por encima de la media. Cuando menos, al igual que se reconsidera la aplicación inmediata de la nueva prueba de acceso a la universidad, cabe plantear la cuarentena global de la Lomce a la espera de que la mayoría resultante de las seguras próximas elecciones pueda darle refrendo o, por el contrario, cumplir con el compromiso de derogarla adquirido por todos los partidos de la oposición a la mayoría absoluta de Mariano Rajoy.