Los profetas Daniel, Isaias, Jonás, Ecequiel, etc, fueron unas personas que sirvieron de intermediarios entre la humanidad y la divinidad, porque tenían experiencia personal con Dios. Pero, amigos míos, Fidel Castro, en 1973, predijo: Estados Unidos dialogará con Cuba cuando tenga un presidente negro y haya un Papa latinoamericano.

En un ambiente distendido, el periodista Brianb Davis le preguntó a Fidel: “¿Cuándo cree usted que se podrán restablecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, dos países tan lejanos a pesar de la cercanía geográfica?”. El líder de la revolución cubana lo miró fijamente y respondió bien alto, y la respuesta fue contundente y profética. Suponemos que Fidel Castro no tendría experiencia personal con Dios.

Los periodistas se rieron e hicieron una mueca irónica, incrédulos ante la predicción de un Castro metido en el papel de Nostradamus. Esta es la anécdota que el periodista y escritor argentino Pedro Jorge Solans relató en un reportaje sobre las relaciones entre EEUU y Cuba que publicó en su día. Este episodio histórico lo explica Eduardo de la Torre, que actualmente ejerce de taxista, por lo que en 1973 era estudiante universitario. Entonces era impensable que un hombre negro podría llegar a ser presidente. Como tampoco parecía viable que un argentino llegara a ser Papa. ¿Fidel Castro, un profeta por excelencia?