No debemos dar por buena, sin más, la decisión de prohibir la manifestación que la iniciativa Araba sin Garoña había convocado para hoy. Si la función de la Junta Electoral es velar por los derechos fundamentales, en este caso ha hecho justamente lo contrario. Ha prohibido la manifestación porque podía incitar a votar a partidos que defienden el cierre de Garoña, pero todos los candidatos que se presentan por Álava -incluido el del PP- han manifestado públicamente que son partidarios de que la central no se abra.
Pero hay más. Según nos dice la Junta, durante la campaña los sindicatos no podían salir a la calle a pedir la suspensión de la reforma laboral, las ONGs no podían pedir firmas para reformar la ley de extranjería y hemos tenido que callarnos ante recortes o ataques a nuestros derechos, sólo porque algún partido los lleva en su programa electoral. No estoy de acuerdo. ¿Y tú? Mañana no te olvides la pegatina.