Cuando me decido a escribir esta carta, solo se me ocurre el dirigírsela a nuestro nuevo alcalde de Vitoria, dado que es el único que creo que puede hacer algo tras las promesas y buenas intenciones en su comienzo de legislatura. Lo de el único es porque después de años y años intentándolo tanta gente sin conseguir nada de nada, entiendo que un político, vitoriano como el edil de la ciudad, tendrá más fuerza para conseguirlo. Sr. Urtaran, trate de conseguir que Vitoria sea la capital de Euskadi, pero no solo de nombre, sino de reconocimiento en todos los aspectos. Le daré como ejemplo cuatro cositas que escucho de gente de la que me rodea, y que coinciden con una gran mayoría que estamos hartos del ninguneo que desde EITB, de todos los vascos que yo sepa, se nos hace a diario, y que ha llegado a una de sus vergüenzas de más alto nivel en la celebración del pasado triatlón. Tenemos, o tienen quien los tenga, cuatro canales de televisión en nuestra comunidad autónoma, que por lo visto están más enfocados a ofrecer películas del año la pera que un acontecimiento deportivo de la categoría del triatlón, pero no se preocupen que ya se encargan al día siguiente de mencionarlo durante 30 segundos en las noticias. Las otras tres cositas, pues elijan porque hay para dar y tomar, y no quiero alargarme mucho. Por cierto, menos mal que el Azkena y el Festival de Jazz son de los bien tratados, quizás por el buen nivel que han alcanzado, pero siempre tiene que haber un algo que nos lleve, como se dice vulgarmente, a joder la marrana, y aquí entra el aeropuerto: el que quiera venir al festival, a Loiu. Ya tiene cojones. Triste, Sr. Urtaran, muy triste.
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