mucho rock&roll pero mucho más que eso. El Azkena Rock Festival, principal evento cultural de la ciudad, vuelve a colocar a Vitoria-Gasteiz en el centro del mapa musical internacional y consolida una simbiosis fraguada con el paso de los años. El ARF está ya subrayado en rojo en el calendario de los gasteiztarras, pero de las decenas de miles de visitantes llegados de muy distintos orígenes que llegan a la capital alavesa en busca de la abundante y variada oferta de bandas musicales de todo el mundo en los tres escenarios de Mendizabala. Aparte de la calidad de los carteles diseñados por Last Tour International -que trata con especial mimo a su genuino festival-, el principal atractivo del evento rockero radica en la excelente acogida que encuentra la riada de azkeneros de todas las edades -sobre todo curtidos viajeros- que invaden hoteles, bares, restaurantes y comercios durante este fin de semana, en una ciudad que ha sabido comprender las bondades económicas, sociales y culturales que comporta el ARF. De hecho, no hay en Vitoria otro evento que mueva y arrastre a tanta gente. El festival supone un escaparate único con vistas un turismo singular y, de puertas adentro, convierte a Gasteiz en otra ciudad, si quiera por unos días, con numerosas iniciativas paralelas como el preámbulo del Osteguna Rock, el Txuleta Rock matutino en el Jardín de Falerina u otros programas alternativos en otros locales. Ahora que parece remitir la crisis económica, se han podido recuperar también los conciertos en la plaza de la Virgen Blanca, un claro síntoma de integración entre el festival y su entorno, que contribuyen a meter en ARF en el mismo corazón de la ciudad. Tanto la buena música como el buen rollo en las calles de la capital alavesa sirven para dejar un excelente sabor de boca tanto en los aficionados al rock&roll como entre los que no lo son tanto, pero que viven encantados y expectantes la presencia de viejos rockeros, figuras consagradas o jóvenes emergentes. La influencia del Azkena, con el sello local de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA como medio oficial, va incluso más allá de lo que sucede estos días en el recinto ferial, pues ha contribuido a que Gasteiz se haya ido transformando en una ciudad rockera capaz de sostener la organización de conciertos durante todo el año con creciente asistencia y aceptación. Larga vida.