Tenemos unas jerarquías nombradas sin la participación de la comunidad por aplicación de un derecho canónico que muchos no sabemos de qué Evangelio se desprende. De ahí vienen las actitudes de sacerdotes de las diócesis de Bizkaia y Gipuzkoa que discrepan.

En nuestra Diócesis de Vitoria habría que hacer lo mismo ante la inminencia de la sustitución del obispo y sería bueno, por el bien de la Iglesia, que nos moviéramos los seglares y el clero para que el cambio sea más acorde con el espíritu que expresa el Papa Francisco.

Hay ya rumores sobre un nombre que ha sido secretario de la Conferencia Episcopal anterior, el obispo Juan Antonio Martínez Camino, para sustituir al actual obispo Miguel Asurmendi cuando se jubile. Habrá quien esté de acuerdo, pero somos muchos que no lo vemos adecuado por la línea y trayectoria seguida. A ver si atienden al aire nuevo del Papa Francisco y ojalá andemos a tiempo antes del nombramiento y no tengamos que lamentar como en las diócesis hermanas.