Dentro de la tristeza de su pérdida, tenemos la satisfacción de que el año pasado, sus compañeros de Eusko Alkartasuna tributamos un homenaje a los eakides que abrieron camino en los tiempos más duros para los abertzales en Araba y ese homenaje se personalizó en Manolo. Así, pudimos decirle que para nosotros y nosotras ha sido un honor compartir con él militancia y lucha por la liberación nacional de Euskal Herria. Pudimos escucharle y compartir sus recuerdos, además de comprobar que, aunque debilitado por la edad, seguía absolutamente lúcido y firme en los principios que defendió durante toda su vida. Para nosotros, Manolo ha sido un ejemplo y sus ánimos, porque siempre alentó a los más jóvenes a trabajar por el país, una razón para la militancia.
Si estos días llueve en tierras de Aiara, probablemente no sea lluvia sino lágrimas por la pérdida de uno de sus hijos, Manolo Gorbea, que tanto trabajó por Euskal Herria. Agur eta ohore, Manolo, recogemos tu testigo.