Y otra convicción que gustará menos y acepto los reproches. Creo que los religiosos misioneros -y la Iglesia en ellos- no han -hemos- acertado pidiendo o aceptando estas repatriaciones. Hablo sin señalar a personas concretas.
Las palabras de la Iglesia -leo a los obispos españoles en África ante el Domund que se celebra el próximo sábado y su todo por la gente de esos pueblos- hoy me cuestan demasiado. Ha sido duro para mí. Me lo explico y seguramente yo lo pediría en su situación, pero -Evangelio en mano- no estaría acertando.
Como Iglesia, como gente de fe encarnada en la vida del pueblo más pobre, no hemos acertado.