Javier Maroto, alcalde de Gasteiz, ha entrado en razón, ya que por fin se ha dado cuenta que no existía argumento alguno para denominar a la estación de Vitoria Adolfo Suárez. La mayoría de vitorianas y vitorianos de todas las ideologías se lo hemos hecho ver. Alegrémonos, ha sido una gran victoria.
Sin embargo, de nuevo vuelve a errar, y es que intenta bautizar a una estación con un nombre propio. En este caso se ha elegido un nombre en el que todos podemos estar de acuerdo, pero es tan genérico que no dice nada, estación de Vitoria-Gasteiz. Es lógico que la estación de autobuses de Gasteiz se ubique en Vitoria-Gasteiz, la de Logroño se ubique en Logroño, la de Soria en Soria, la de Bilbao en Bilbao, la de Donostia en Donostia? Acaba siendo una redundancia que no nos indica nada.
Lo lógico es que no tenga nombre propio y se le conozca por la calle o la plaza donde se ubica, y en este caso tiene un nombre idóneo para los vascos, alaveses y gasteiztarras. Nada menos y nada más que está construida en la plaza de Euskaltzaindia, por lo que sin duda así será conocida popularmente: estación de "Euskaltzaindia", y no estaría de más que también oficialmente se le identificase así.