El Aberri Eguna que se conmemora hoy en diversos puntos de Euskal Herria está marcado por tres características que hacen de este día una celebración al mismo tiempo histórica y también imprescindible con vistas al futuro. Este día de la patria vasca tiene lugar, por una parte, en un momento en el que hace ya dos años y medio que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada. Conviene recordarlo siempre, pero aún más en momentos como el de hoy, en el que a lo largo de la reciente historia de Euskadi centenares de miles de personas han celebrado año a año, de manera cívica y pacífica, la tradicional jornada de reivindicación de la nación vasca, tanto bajo la cruel dictadura franquista como bajo las bombas del proyecto totalitario de ETA. Con la incógnita del aún incipiente proceso de paz, el clima social y político en el que vive -y se ha acostumbrado a vivir- la sociedad vasca es radicalmente distinto al de los últimos años previos al cese de la violencia. Otra característica, esta ya tan habitual y repetida que se da por asumida, es la también tradicional división entre las formaciones abertzales a la hora de celebrar el Aberri Eguna. Aunque algunos de empeñen en señalar este hecho como lo más sobresaliente de la jornada, lo cierto es que la gran diferencia entre los partidos respecto a los distintos proyectos y los ritmos para llevarlos a cabo, así como la ausencia de una cobertura institucional, facilitan la disparidad de actos y celebraciones. Nada especialmente grave, ya que las distintas aspiraciones forman parte del ser y sentir de la sociedad vasca, plural en sus formulaciones. Además, el Aberri Eguna se celebra a poco más de un mes de las próximas elecciones europeas de mayo. Ello, lógicamente, ha marcado las diferentes citas de hoy y marcará, a buen seguro, los mensajes. Europa ha significado mucho para Euskadi, ya desde los pioneros del primigenio movimiento vasco que intuyeron la importancia de la unión entre las distintas naciones del continente, hasta nuestros días, en que, pese al creciente escepticismo e incluso decepción con el proyecto en vigor, nadie entiende a nuestro país al margen de la UE. Una Unión Europea que tampoco debería entenderse a sí misma sin sus naciones como Euskadi, Catalunya o Escocia y sus ciudadanos. El Aberri Eguna, hoy, es también el día de la reivindicación de otra Europa y de los vascos dentro de ella.