las elecciones a Concejos de este domingo tienen una importancia especial porque se celebran en un momento crucial para el futuro de estas entidades locales. No es porque los concejos así lo hayan querido. Son otras instituciones las que ponen en la picota el futuro de nuestros pueblos. La Diputación lleva años aprovechando cualquier excusa para poner en duda la capacidad de los Concejos, pretende así justificar el robo de nuestras competencias y, cómo no, negarnos la financiación suficiente para poder desarrollarlas en condiciones. Esta situación genera una inseguridad total sobre los Concejos y nos obliga a estar siempre reclamando y peleando, redoblando el esfuerzo para poder seguir gestionando nuestras competencias y garantizando a los vecinos y vecinas unos servicios y derechos básicos.

Llevamos años en esa situación de inestabilidad, pero los Concejos han aguantado, manteniendo para sus pueblos unas instituciones dinámicas y vivas, espacios de participación directa para desarrollar sus competencias y responder a las necesidades de sus pueblos con mucho esfuerzo y con mucho auzolan. Hemos aguantado todo tipo de chaparrones, pero lo que llega ahora es más que una tormenta.

El Gobierno español ha decidido que los Concejos no somos Entidad Local, poniendo en duda nuestra naturaleza jurídica y, sobre todo, nuestras competencias como institución. El Proyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local en realidad debería llamarse de Centralización y Concentración, porque eso es lo que pretende. El PP, con su mayoría absoluta, quiere aprobarla pasando el rodillo y aplicarla lo antes posible. Teniendo en cuenta el contenido de la ley, el daño que puede hacer es mucho, sobre todo a los concejos y a los ayuntamientos de menor tamaño.

Esta ley pone en el punto de mira a todas las entidades locales de pequeño tamaño y abarca a las que tienen menos de 5.000 habitantes, es decir, todos los Concejos de Araba y 50 de sus 53 municipios. Evitan utilizar la palabra supresión, pero en la práctica hablan de quitar competencias, y con ellas financiación, de centralizar funciones, y con ello debilitar siempre al más pequeño.

En el caso de los Concejos basta con un par de ejemplos para ver la que nos viene encima: los 370 Concejos de Araba (36 de ellos en Trebiñu) pierden la condición de Entidades Locales y si no presentan cuentas en el plazo de 3 meses, pierden la personalidad jurídica, se disuelven y se integran en los ayuntamientos de su término municipal como formas de organización desconcentrados. Los concejos que dependan de un ayuntamiento que tiene en vigor un Plan Económico-Financiero perderán su personalidad jurídica.

Si este proyecto se convierte en ley a los Concejos se nos niega el futuro. Y eso no lo podemos permitir, y tampoco deberían permitirlo las instituciones de Araba. Las Juntas Generales y la Diputación no pueden mirar hacia otro lado, tienen que utilizar todas sus competencias y recursos para evitar que esta ley se aplique en Araba. Más allá de partidos e ideologías, se trata de defender a las Entidades Locales de nuestro territorio y si al gobierno foral le importa más su partido que el futuro de Araba tendrán que ser las Juntas Generales las que obliguen a Diputación a cumplir con su cargo en defensa de los Concejos, Ayuntamientos y Cuadrillas de Araba.

El papel de las instituciones de Araba va a ser fundamental, pero también lo será lo que cada uno hagamos. Por eso queremos animar a todas y todos los vecinos de pueblos con Concejo a participar en las elecciones de este domingo. Frente a las amenazas y este proyecto de ley irracional, tenemos que mostrar nuestro apoyo a los Concejos participando en las elecciones y, sobre tod, en el trabajo diario y fortaleciendo su funcionamiento. Por eso el domingo votaremso por los Concejos y a partir del lunes seguiremos trabajando para fortalecer su presente y para garantizar su futuro.