cualquiera que hubiera aterrizado estos días en Euskadi después de una larga temporada de descompresión informativa podría haber tenido la extraña sensación de haberse embarcado en un inquietante viaje al pasado. La extemporaneidad de una redada sobredimensionada quedó ayer evidenciada en el hecho de que catorce de los 18 detenidos por su relación con Herrira quedaran en libertad con cargos y al resto se les ordenara prisión eludible bajo fianza. Difícil de entender cómo lo que el ministro del Interior calificó en el minuto uno y sin tapujos como "tentáculo de ETA" ha sido ventilado en lo que a los imputados se refiere por el juez instructor de este modo; al margen de la nada desdeñable ilegalización de facto que supone la orden de suspensión de actividades de Herrira. Un viaje al pasado que ayer tuvo su -por ahora- último capítulo en el Parlamento Vasco, donde lo que debía ser un paso más adelante en el camino de la paz -la tramitación de la iniciativa para la creación del Instituto de la Memoria- acabó arrollada por la tensión y el tono bronco en las intervenciones de sus señorías, en una extensión de lo que ha venido siendo el intercambio dialéctico desde el inicio de la semana. El momento álgido -aunque no el único- lo protagonizaba un parlamentario de EH Bildu al espetar un "fascista" desde la bancada al popular Borja Sémper, después de que éste afirmara que "lo mismo que ha sido derrotada ETA militarmente, van a ser derrotadas por el Estado de Derecho, las ideas que ha defendido ETA". La semana ha sido prolija en estos fogonazos pretéritos, especialmente doloroso el incidente que acabó en Hernani con una senadora de Amaiur herida por un golpe de un ertzaina y que desencadenó un no menos duro rifirrafe entre la izquierda abertzale y el PNV. Pero este inquietante viaje al pasado, quizá, no debería ocultar que también ha habido señales que recuerdan que algo ha cambiado, de que algo cambió pronto hará dos años. La ponencia parlamentaria que trabajará sobre el Instituto de la Memoria contará, pese a todo, con la participación de todos los grupos. Bildu y PNV firmaron ayer una declaración conjunta en torno a la operación contra Herrira. Es importante, cuanto antes, regresar al futuro.