se acaban de cumplir siete años desde que en el sondeo 32 del yacimiento de Iruña-Veleia, el equipo de Lurmen sacara a la luz una colección de piezas escritas en euskera; excepcionales sin duda por los ecos de las voces de sus autores que después de miles de años (los datos arqueológicos sitúan la pieza a finales del siglo II o principios del III) nos hacen llegar, en algunos casos, niños que en primera persona cuentan quiénes son, los años que tienen, dónde viven u otras circunstancias de su biografía personal, en lo que, según el contexto de su producción, algunos parecen ejercicios escolares de aprendizaje de la escritura en euskera, por lo menos en alfabeto latino.

Así por ejemplo, en la pieza catalogada con el nº 15910 encontramos escrito NEURE AMA, ROMAN ILTA, CISTIANA, junto al dibujo de una persona crucificada boca abajo, o NEURE ATA GAU(R) ILTA/ NEURE AMA en la nº 15912, excepcionales sin duda por lo que su contenido puede aportar al estudio de la introducción del cristianismo en la península ibérica. Junto a estas piezas se encontraron otras también excepcionales no por el contenido que transmiten, que resulta banal, sino por lo que pueden aportar al conocimiento de la lengua en la que están escritos y a la historia de sus hablantes: NEU VELEIAN GORI BISI NA (nº16364); NEU XII URT[E] TV, III REBA TU, NEU CII (nº15920); o, la que desde el punto de vista de la lengua resulta la más excepcional de todas, la pieza 16365 que dice: NEU LAIKI / (¿LO?) NA, XI URTE TU, VELEIAN GORI BISI TA / ES TA VELEI NOVVA, BANA OSO V POLI / TA, NEURE ATA ARAINA ARRAPA. En esta pieza, un o una niña escribe algo más que una lista de palabras (lápidas aquitanas) o frases inconexas (glosas emilianenses del siglo XI), un auténtico texto que, según la datación arqueológica, se adelantaría con mucho a los más antiguos encontrados hasta ahora de siglo XV-XVI.

El texto más antiguo en euskera que conocemos, y quién sería el autor, un niño o niña de 11 años en lo que podía ser un ejercicio de redacción escolar. Resulta entrañable. Quizás no era lo que cabía esperar, quizá se podía esperar un texto algo más épico o dotado de mayor trascendencia pública como lápidas, actas de algo, registros contables, hechos guerreros; qué se yo, cosas que se consideran importantes escritas por adultos. Quizás esto es lo que produce desconcierto en un primer momento.

Quizás fuera el desconcierto lo que a algún miembro de la comisión científico-asesora creada para el estudio del material excepcional encontrado en Iruña-Veleia le llevó a realizar una valoración muy negativa de su sintaxis, que juzgó "más que suficiente para poder afirmar, sin género de dudas y sin recurrir a otras ayudas, que lo presentado a examen es no sólo falso y sin ninguna correspondencia con lo que pudo existir en el vasco del III al VI, sino que es patentemente imposible para el vascuence de ninguna época y, posiblemente, para cualquier lengua natural de cualquier época".

Apenas descubrimos las risas y los llantos de los niños de Iruña-Veleia, sus ecos quedaron de nuevo sepultados, esta vez bajo el polvo acumulado en algún legajo en el despacho de alguna jueza que, a juzgar por la lentitud con la que está actuando, debe ser ya mucho. Supongo que estarán junto a los informes de la comisión cientifico-asesora -presidida por la entonces diputada alavesa Lorena López de Lacalle- que dictaminaron que eran una falsificación, a la orden foral dictada por esta misma diputada en base a estos informes por la que se revocó el permiso de ocupación y excavación a Lurmen y a las querellas a las que el acuerdo del Consejo de Diputados del 17 de marzo del 2009 dieron origen, las que mantienen confiscadas las piezas excepcionales de Iruña-Veleia, ya que los otros procedimientos judiciales han sido definitivamente archivados. Y seguro que tampoco anda lejos la orden emitida en julio de 2010 por el Juzgado de Instrucción nº1 para la realización de las pruebas físicas solicitadas por la defensa de Lurmen, de cuyos resultados no se tienen noticias hasta ahora. Viendo la lentitud con la que avanza este procedimiento judicial, salvo los querellados y todos los que seguimos interesados en el estudio del material, pareciera que nadie tiene mucho interés en agilizarlo, ni los querellantes, ni las instituciones concernidas, ni siquiera el Juzgado.

Como interesada en el análisis del texto de la pieza 16365, en este aniversario no puedo más que desear la pronta desjudicialización del material de Iruña Veleia, paso previo para tener acceso al mismo en mejores condiciones de limpieza que las actuales, así como para poder exponer, debatir y publicar los trabajos en foros adecuados, fuera de la presión de la querella por falsificación y resituando el debate al nivel científico del que nunca tuvo que salir, si alguna vez estuvo allí.