Los ciudadanos queríamos pruebas de la falta de ética de algunos políticos. Sólo con la expresión de aconsejar no poner el ventilador los delata. Y todavía tienen la falta de tacto de amenazarse mutuamente con el motorcito de las aspas de la corrupción y la poca decencia de ignorarnos y hacer entre ellos el pulso de la corruptela, maquillada y escondida, sabiéndose que cada uno tiene una parte del botín y el pacto del silencio cómplice y compartido.

Tenemos que enchufar el ventilador para que les salpique. Nos han robado y no podemos dejar que esta banda de oportunistas saqueadores disfruten un día más del desfalco de las arcas comunes, mientras hay personas que lo han perdido todo, quedándose sin vivienda, sin futuro y sin ilusión.

Nos han hurtado el Estado del Bienestar, sabemos sus nombres, tenemos que ponerlos en el centro del anfiteatro y dejarlos en manos de los afectados por las preferentes, el ejército de los parados y desahuciados y hasta que no devuelvan el último euro no salgan de las mazmorras.

Estos elegidos que se pasean con trajes marca Camps, gafas de sol con patilla fosforita y bronceados por un sol que si pudiesen nos lo robarían nos secuestran la cultura y nos desconectan el oxígeno de la sanidad.

Poner el ventilador en marcha sería dejarlos desnudos y descubrir sus miserias. Saben que es difícil que la sociedad se organice para sentarlos en el banquillo de la justicia, que a veces es ciega y muy política. Pero el pueblo ya está movilizándose y tiene memoria.

Felipe Malo Mozo