hoy se acaba el mundo y ya sé que estarán a otras cosas, pero no dejen de leer estas líneas, y de paso todo el periódico, que siempre será mejor emigrar al más allá informados que sin tener ni pajolera idea de lo que sucedió en las últimas horas de la Humanidad. No me sean remolones que tampoco les va a llevar tanto tiempo. Y una vez que sepan de qué van las cosas, pues a cumplir sus últimos deseos ya sean amorosos, pasionales, sociales, lúdicos... A saber en qué están pensando para invertir las últimas horas. Supongo que, al menos, hoy no habrá asesinatos ni agresiones -¿para qué si se acaba el mundo?- y que alguna reconciliación se producirá, ya sea de uno consigo mismo o con algún otro. Total, se viaja mejor con la mochila de rencores vacía y, en el fondo, casi niguna afrenta es tan importante como para no poder soslayarla, e incluso superarla, ahora que sabemos que nada tendrá importancia mañana. Igual, alguno de ustedes se atreve a declararse a esa persona de la que llevan tiempo enamorados a distancia y en segundo plano. Anímense, que la decepción, si se produce, apenas durará unos instantes. O quizá se decidan a disculparse con ese al que putearon hace mucho o hace poco sin venir a cuento. O tal vez sean un poco más comprensivos y relativicen las diferencias entre nosotros ahora que se va a constatar definitivamente que el final es el mismo para todos. Pórtense bien y sean buenos porque se acaba el mundo. Y no se olviden de leer periódicos, no vaya a ser que los mayas se equivocaran y haya que seguir.
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